¿Qué significa la vida media de un fármaco?

La vida media de un fármaco es el tiempo que tarda en eliminarse del organismo o del torrente sanguíneo la mitad de una dosis determinada. Este valor varía considerablemente entre diferentes tipos de medicamentos, e incluso entre diferentes preparaciones del mismo. El factor más influyente es la forma en que se ha preparado químicamente el fármaco, pero variables como la salud y el metabolismo de una persona también pueden afectar el tiempo que tarda en salir del cuerpo. Los profesionales médicos que recetan y dispensan medicamentos utilizan toda esta información al decidir cuál es el mejor medicamento para un paciente.

Vida media biológica y plasmática

Hay dos formas de cuantificar la vida media de un medicamento. La vida media biológica o de eliminación es el tiempo que tarda la bioactividad del fármaco en reducirse en un 50% de su valor inicial. Por el contrario, la vida media plasmática es el tiempo que tarda la concentración del fármaco en el torrente sanguíneo en reducirse en un 50%.

Dos términos relacionados son aclaramiento y volumen de distribución. El aclaramiento se refiere a la velocidad a la que se elimina el fármaco del plasma sanguíneo, mientras que el volumen de distribución es una medida de la cantidad de fármaco distribuida por los tejidos del cuerpo. La vida media, el aclaramiento y el volumen de distribución son medidas importantes para evaluar la eficacia de un régimen farmacológico determinado, especialmente cuando se está desarrollando y probando un nuevo fármaco.

Factores que afectan la duración de un medicamento

Muchas cosas pueden influir en la tasa de eliminación y la semivida de un fármaco. Uno es el metabolismo de una persona, que puede cambiar la tasa de eliminación del torrente sanguíneo y afectar la velocidad a la que se procesa un medicamento. La salud del hígado y los riñones también son importantes, ya que el hígado es un sitio del metabolismo de los fármacos y los riñones son cruciales en la filtración de sangre. Los medicamentos que está tomando una persona pueden interactuar entre sí para modificar la vida media de cualquiera de ellos también. Muchos medicamentos para el tratamiento de los trastornos de la tiroides y algunos antipsicóticos, por ejemplo, pueden tener este efecto. Incluso factores básicos como la edad y el sexo pueden influir, ya que afectan la tasa metabólica.

Por lo general, los efectos de un fármaco comienzan a disminuir a medida que se alcanza el primer punto de vida media. En la mayoría de los casos, del 90% al 95% de un fármaco se elimina después de cuatro ciclos. Por ejemplo, si la vida media de un fármaco es de diez horas, se necesitarán 40 horas para que aproximadamente el 95% del fármaco se elimine del plasma sanguíneo. Esta es información importante para las personas que toman medicamentos recetados que se examinan regularmente en los análisis de sangre. Alguien que esté tomando esteroides recetados para afecciones como el acné o el asma podría dar positivo en una prueba de esteroides en una prueba de drogas relacionada con el empleo, por ejemplo.

Drogas con vidas medias cortas

Los medicamentos de esta categoría deben tomarse varias veces al día para mantener la concentración del medicamento lo suficientemente alta como para que sea eficaz. Muchos analgésicos de venta libre y recetados, así como muchos tipos de tranquilizantes, tienen una vida media corta. Otros medicamentos que se eliminan rápidamente del torrente sanguíneo incluyen antibióticos e insulina.
Las drogas como los tranquilizantes y los analgésicos suelen ser adictivos, sobre todo cuando tienen una vida media muy corta. Esto se debe a que sus efectos son rápidos y fuertes, pero debido a que desaparecen rápidamente, el paciente necesita tomar más para seguir sintiendo alivio. Cuando estos tipos de medicamentos deben tomarse a largo plazo, un profesional médico generalmente intentará recetar aquellos que permanecen activos por más tiempo para reducir la posibilidad de que se desarrolle dependencia.

Drogas con vidas medias largas
Los medicamentos que se eliminan del plasma sanguíneo más lentamente permanecen en dosis efectivas durante períodos de tiempo mucho más prolongados, desde días hasta semanas hasta meses, e incluso más. Por ejemplo, los biofosfonatos, que se usan para tratar la osteoporosis, son absorbidos por los huesos y tienen vidas medias que pueden extenderse por muchos años. Sin embargo, es mucho más común que la vida media de un fármaco se mida en términos de horas y días.
Cuanto más larga es la vida media de un fármaco, más tiempo tarda el cuerpo en eliminar una sola dosis. Esto es médicamente significativo en muchos casos, porque los medicamentos pueden interactuar entre sí y porque algunos pueden influir en el éxito de una operación quirúrgica. Por ejemplo, el anticoagulante warfarina se prescribe a personas que corren el riesgo de desarrollar coágulos de sangre. Una persona que se está preparando para someterse a un procedimiento quirúrgico debe dejar de tomar el medicamento con varios días de anticipación, para eliminarlo del cuerpo y reducir el riesgo de sangrado excesivo durante la operación.

Preocupaciones sobre la prescripción
Los medicamentos básicos se pueden preparar de diferentes formas para producir productos que sean efectivos durante diferentes períodos de tiempo. Por ejemplo, la morfina tiene una vida media de solo dos horas, pero los derivados codeína y tramadol duran cuatro y seis horas, respectivamente. El acceso a variantes de fármacos permite a los profesionales médicos tratar el dolor con un alto grado de especificidad.
El dolor agudo, como el que se experimenta durante un ataque de vesícula biliar, a menudo se trata con morfina. Una persona que se está recuperando de una cirugía de extirpación de la vesícula biliar, por otro lado, tiene un dolor de menor intensidad, pero ese dolor puede persistir durante varias semanas. Por lo tanto, es más probable que se le recete codeína u otro derivado con una vida media más larga y un menor riesgo de dependencia.