¿Es seguro usar metronidazol durante el embarazo?

El metronidazol es un antibiótico que se usa con mayor frecuencia para tratar la rosácea, la tricomoniasis y la vaginosis bacteriana. La Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) lo clasifica en la categoría B de embarazo, lo que normalmente significa que los estudios en animales no han mostrado efectos nocivos en los fetos. Sin embargo, este medicamento ha mostrado evidencia de que aumenta el riesgo de cáncer cuando se usa en ratas preñadas, razón por la cual a las mujeres embarazadas a menudo se les aconseja evitar el metronidazol durante el embarazo cuando sea posible. La evidencia contradictoria significa que los médicos pueden recetar metronidazol durante el embarazo solo cuando sienten que es el único medicamento que puede eliminar ciertas infecciones bacterianas, pero tienden al menos a esperar hasta que haya pasado el primer trimestre.

Este medicamento se ha incluido en la categoría B de embarazo porque los estudios con animales no proporcionan evidencia de ningún daño para la madre o el feto. Sin embargo, han descubierto que este medicamento puede provocar un aborto espontáneo cuando se inyecta directamente en el abdomen de animales preñados. Además, parece que este medicamento puede actuar como carcinógeno, porque las ratas y los ratones que recibieron metronidazol durante el embarazo tenían más probabilidades de desarrollar cáncer que los que no lo tomaron. Si bien los humanos y los animales a menudo reaccionan de manera diferente a los medicamentos, no se han completado estudios para demostrar si este medicamento aumenta el riesgo de cáncer en humanos, por lo que debe usarse con precaución.

Aunque el metronidazol durante el embarazo puede ser recetado por médicos que creen que es el único tratamiento para el problema, normalmente no se supone que se tome en el primer trimestre. Cuando se usa más adelante en el embarazo, a menudo se divide en pequeñas dosis, porque tomar una dosis grande puede ser perjudicial. A las madres que amamantan también se les desaconseja tomar el medicamento, porque parte de él termina en la leche materna y los efectos en el bebé no se conocen a partir de 2011.

En general, los médicos generalmente solo recetan metronidazol durante el embarazo cuando los beneficios superan los riesgos. Por ejemplo, la vaginosis bacteriana puede provocar trabajo de parto prematuro y bajo peso al nacer cuando no se trata, por lo que los médicos pueden recetar metronidazol para eliminar la infección y los riesgos asociados. La tricomoniasis también puede causar bajo peso al nacer, trabajo de parto prematuro y ruptura prematura de membranas, pero la evidencia muestra que el tratamiento durante el embarazo no necesariamente reduce estos riesgos e incluso puede aumentarlos. Por esta razón, solo se puede tratar cuando los síntomas son extremos. De manera similar, el uso de metronidazol durante el embarazo para tratar la rosácea puede no ser apropiado a menos que el caso sea grave, porque esta condición rara vez causa daño a largo plazo a la madre o al feto, lo que significa que el tratamiento a menudo puede esperar hasta que nazca el bebé.