¿Cómo trato la inflamación de la cadera?

El dolor recurrente en las caderas a menudo se debe al desarrollo de inflamación en el músculo que rodea el hueso de la cadera. Debido a que hay muchas razones por las que puede ocurrir esta inflamación de la cadera, el proceso de tratamiento de la afección variará un poco. Sin embargo, hay algunos enfoques que probablemente sean útiles independientemente de las razones específicas detrás de la cadera inflamada.

El dolor de cadera a menudo se debe a algún tipo de dolencia en curso, como osteoartritis o bursitis. Cuando este es el caso, aliviar las molestias incluye la aplicación de frío en la cadera. Al usar una compresa de hielo para ayudar a que baje la hinchazón, la articulación se inflama menos y responde mejor a otras formas de tratamiento, como fisioterapia o medicamentos. Para cualquier dolor restante después de que la inflamación de la cadera haya disminuido, la aplicación de una almohadilla térmica puede ayudar a relajar los músculos afectados y aliviar la incomodidad.

Junto con los problemas de salud en curso, la inflamación de la cadera puede ser el resultado de una lesión en la cadera, como un esguince de cadera. Para situaciones que involucran lesiones en las caderas, una combinación de ejercicios cuidadosamente monitoreados, medicamentos y el uso alternativo de calor y frío ayudarán a reducir la hinchazón y aumentar la movilidad. Los ejercicios están diseñados para abordar los aspectos específicos de la lesión, lo que permite minimizar las posibilidades de causar más daño durante el período de recuperación.

Las personas que se someten a una cirugía de reemplazo de cadera a menudo experimentan hinchazón e inflamación de la cadera a medida que su cuerpo se adapta a la presencia de la nueva articulación de la cadera. Tan pronto como sea posible, los fisioterapeutas comenzarán a trabajar con el paciente para lograr la rehabilitación de la cadera. El proceso generalmente comenzará en el hospital durante el período de recuperación y continuará de forma ambulatoria en un centro de fisioterapia local. Si bien es doloroso, la terapia finalmente hace posible funcionar con la nueva cadera y disminuir la aparición de inflamación. Los analgésicos se utilizan a menudo junto con la terapia, pero se reducen gradualmente y, a veces, se eliminan por completo a medida que el paciente recupera la movilidad completa.

Muchas personas no asocian una dieta equilibrada con la prevención de la inflamación de la cadera. Sin embargo, comer adecuadamente es esencial para que el sistema inmunológico del cuerpo pueda combatir las posibilidades de inflamación en la articulación de la cadera. Un nutricionista puede trabajar con su médico y fisioterapeuta para compilar una lista de alimentos que debe consumir regularmente, así como alimentos que debe evitar o al menos consumir con moderación. Usar su dieta junto con el ejercicio y los medicamentos adecuados para controlar el dolor puede ayudarlo a lidiar de manera más efectiva con un problema de salud a largo plazo, así como a hacer que su recuperación de una lesión de cadera sea mucho más fácil de manejar.