La hipercolesterolemia en los niños es un problema creciente y, a menudo, se atribuye a un estilo de vida inactivo y una dieta deficiente. La opción de tratamiento más importante para los niños que padecen niveles altos de colesterol es la integración de mucha actividad física a lo largo del día, ya que se ha demostrado que esto reduce los niveles de colesterol. Esto también puede ayudar a reducir el peso, ya que el sobrepeso es a menudo un factor de riesgo de hipercolesterolemia en los niños, y garantizar una dieta que promueva un cuerpo sano también es ideal. Algunos medicamentos para reducir el colesterol pueden ser útiles en algunos niños que padecen hipercolesterolemia familiar o un caso hereditario de colesterol alto.
Cuando el cuerpo produce más colesterol del necesario, a menudo es una señal de que el estilo de vida o los factores genéticos están contribuyendo al desarrollo de una mala salud. Con la hipercolesterolemia en los niños, los niveles de colesterol pueden dispararse a niveles poco saludables, lo que a menudo conduce a enfermedades cardíacas y diabetes. Esto suele ser un problema con los niños con sobrepeso, lo que hace que los cambios en el estilo de vida sean un aspecto importante de un plan de tratamiento general para quienes padecen niveles altos de colesterol. Los mejores enfoques de estilo de vida para abordar la hipercolesterolemia en los niños son la dieta y el ejercicio, ya que ambos son necesarios para generar un cambio positivo en la salud.
Los estilos de vida inactivos a menudo conducen a niveles altos de colesterol y la inactividad es un problema cada vez mayor en los niños. La implementación de mucha actividad física durante el día y la reducción de las actividades en la televisión y la computadora pueden ser útiles para tratar la hipercolesterolemia en los niños. Los estudios a menudo muestran que el ejercicio, sin importar la forma, puede aumentar el colesterol bueno en el cuerpo, a menudo llamado lipoproteínas de alta densidad (HDL), y disminuir el colesterol malo, llamado lipoproteínas de baja densidad (LDL). Caminar, correr, nadar y andar en bicicleta son actividades que pueden incluirse en un plan de tratamiento para combatir los niveles altos de colesterol.
Cambiar la dieta es otro aspecto importante para disminuir los niveles de colesterol en los niños, ya que ciertos nutrientes pueden elevar los niveles de colesterol en la mayoría de las personas. Se cree que puede ser útil reducir la ingesta de grasas y colesterol, así como reducir el azúcar y los carbohidratos refinados. Un cambio en la dieta combinado con ejercicio puede funcionar para reducir el peso, ya que el sobrepeso es otro factor de riesgo de hipercolesterolemia en los niños. Con los niños que padecen una forma genética de hipercolesterolemia o hipercolesterolemia familiar, puede ser importante que el niño tome medicamentos, combinados con cambios en el estilo de vida, para controlar los niveles de colesterol.