Hay varias formas de utilizar las técnicas de hipnosis para ayudar con la relajación. El uso de la hipnosis para la relajación facilita los cambios en los patrones de pensamiento, la percepción física, la sensación física y el estado mental de una persona. Las técnicas de relajación basadas en hipnosis ayudan a una persona a reducir el estrés o la tensión física y mental, y se dice que tienen un efecto positivo general en la salud de una persona. Una persona puede practicar por su cuenta o con la ayuda de un profesional de la hipnosis.
Una persona que usa la hipnosis para relajarse debe tomarse un tiempo para reflexionar. Tomarse el tiempo para identificar y considerar aquellas cosas que podrían estar contribuyendo a la incapacidad de una persona para relajarse puede ayudar en la efectividad de la hipnosis para la relajación. Llevar un diario es una forma excelente de introspección que le brinda a la persona una forma de recordar sus pensamientos e identificar mejor los desencadenantes del estrés y las técnicas más efectivas para la relajación.
La práctica de la hipnosis para la relajación en el entorno adecuado también es fundamental para obtener los beneficios. Una persona debe eliminar cualquier distracción que pueda asustarla o sacarla de su estado mental relajado. Debería apagar los teléfonos móviles; use ropa holgada y cómoda; y use una habitación que sea silenciosa y libre de desorden. El espacio en sí debe ser cómodo, con una temperatura ambiente uniforme y un asiento o sillón reclinable cómodo disponible para practicar.
El siguiente paso en el uso de la hipnosis para la relajación es que una persona se concentre en aclarar sus pensamientos. Repetir un mantra silencioso o concentrarse en imágenes calmantes puede ayudar con esto. Fijar la mente en una imagen, objeto o frase mental también permite que una persona bloquee otros pensamientos inquietantes y promueve la relajación.
Otra clave para relajarse con hipnosis es la respiración profunda. La respiración es esencial para cesar los pensamientos y aquietar la mente. Una persona debe asegurarse de tomar respiraciones largas y profundas al inhalar y exhalar lentamente. La respiración profunda también ralentiza la frecuencia cardíaca de una persona, reduce la presión arterial y ayuda al cuerpo a relajarse.
La relajación progresiva es un ejemplo perfecto de cómo utilizar la hipnosis para la relajación. Con esta técnica, ya sea dirigida por un profesional o una cinta de video, o abordada por la propia persona, el practicante enfoca su mente en partes específicas de su cuerpo y, después de darse cuenta de ellas, usa el pensamiento y la intención deliberados para relajar cada parte. Finalmente, todo el cuerpo está relajado y tranquilo.
Una persona que espera obtener el mayor beneficio de la relajación basada en la hipnosis debe practicar con frecuencia. Es posible obtener el máximo beneficio con solo 10 a 15 minutos de práctica todos los días. Cuanto más a menudo una persona practique la relajación con hipnosis, más fácil le resultará entrar en un estado mental tranquilo y calmado.