¿Qué es un antagonista del receptor H2?

Un antagonista del receptor H2 también se conoce como un antagonista del receptor H2 de la histamina o un bloqueador H2. Son un grupo de medicamentos que pueden estar disponibles sin receta o en fórmulas de concentración con receta. Un médico puede recomendar que un paciente use uno de estos medicamentos para tratar y prevenir ciertos tipos de úlceras, así como para aliviar la enfermedad de Zollinger-Ellison, que causa la sobreproducción de ácido estomacal. Cuando se toma en una fórmula de venta libre, un antagonista del receptor H2 alivia síntomas como la indigestión ácida, la acidez y la acidez estomacal. Otros posibles usos de este tipo de medicamentos incluyen el tratamiento de problemas pancreáticos, urticaria y daño gastrointestinal como resultado de un traumatismo u otros medicamentos.

Algunos ejemplos de antagonistas del receptor H2 incluyen cimetidina y ranitidina. La famotidina y la nizatidina también se clasifican como bloqueadores H2. Dependiendo de la marca y el producto específicos que use el paciente, estos medicamentos pueden estar disponibles en cápsulas, tabletas masticables o desintegrables o jarabes. Algunos medicamentos también pueden ser inyectados por un profesional de la salud.

La dosis diaria exacta variará, dependiendo de la sustancia que esté tomando el paciente, así como de las instrucciones de su médico. Por ejemplo, si un adulto está usando cimetidina para tratar úlceras, probablemente le receten 300 miligramos (mg) cuatro veces al día, mientras que un paciente que usa el mismo medicamento para prevenir úlceras puede tomar 300 mg solo dos veces al día. Los pacientes deben tener cuidado de seguir las instrucciones exactas de su médico o de utilizar las instrucciones en la etiqueta de los productos de venta libre. Es posible que algunos de estos medicamentos deban tomarse con una comida o con un vaso de agua lleno. Aquellos que usan antagonistas del receptor H2 de venta libre para la acidez estomacal no deben usar este producto por más de dos semanas.

Los efectos secundarios de un antagonista del receptor H2 pueden variar, según el fármaco específico que tome el paciente. En general, los efectos secundarios menos graves pueden incluir náuseas, vómitos y diarrea. También pueden producirse dolor de estómago, estreñimiento y dolores de cabeza. Otros efectos secundarios a veces pueden incluir somnolencia, mareos o síntomas de resfriado, como estornudos, tos o secreción nasal. Los pacientes deben comunicarse con sus médicos si estos efectos secundarios se vuelven graves o molestos.

Los efectos secundarios más graves pueden requerir atención médica inmediata. Los pacientes deben discutir las señales de advertencia con sus médicos, que variarán según el medicamento exacto. Un antagonista del receptor H2 puede causar con poca frecuencia ictericia, dificultad para respirar o sibilancias. También pueden producirse orina oscura, desmayos y dolor abdominal intenso. En raras ocasiones, los pacientes pueden notar cambios en la visión, latidos cardíacos rápidos o irregulares o dolor en las articulaciones.

Antes de usar un antagonista del receptor H2, los pacientes deben revisar sus otras afecciones médicas, medicamentos y suplementos con sus médicos o farmacéuticos. A partir de 2011, se desconoce el riesgo de usar este tipo de medicamentos durante el embarazo; sin embargo, puede pasar a la leche materna y dañar al niño lactante. Es posible que los pacientes no puedan usar estos medicamentos si tienen enfermedad renal o hepática, fenilcetonuria o porfiria. Un antagonista del receptor H2 puede interactuar con otros medicamentos, como metformina, antiácidos y aspirina.