¿Cuál es el tratamiento para una infección gastrointestinal?

En la mayoría de los casos, una infección gastrointestinal desaparece por sí sola después de unos días y no requiere ningún tratamiento médico específico. La hidratación adecuada es importante, por lo que se deben consumir muchos líquidos durante la recuperación. Se pueden usar medicamentos de venta libre o recetados para tratar las náuseas asociadas con una infección gastrointestinal, aunque generalmente no se recomiendan los medicamentos destinados a tratar la diarrea. Dependiendo de la causa de la infección, se pueden recetar antibióticos, medicamentos antivirales o medicamentos antiparasitarios. Cualquier pregunta o inquietud específica sobre las mejores opciones de tratamiento de infecciones gastrointestinales para una situación individual debe discutirse con un médico u otro profesional médico.

Mantener una hidratación adecuada es una de las principales preocupaciones cuando hay una infección gastrointestinal. Beber muchos líquidos suele ser suficiente para prevenir la deshidratación. Además del agua y los jugos de frutas, se puede recomendar sopa o caldo. Al combinar estos alimentos y bebidas, tanto los líquidos como los electrolitos se reemplazan en el cuerpo. Si se produce deshidratación, es posible que el paciente deba recibir líquidos por vía intravenosa en un entorno hospitalario.

Las náuseas y la diarrea son los síntomas más comunes asociados con una infección gastrointestinal. Si las náuseas se vuelven intensas y es difícil retener los líquidos, los medicamentos contra las náuseas recetados o de venta libre pueden ser útiles. Por lo general, se desaconseja el uso de medicamentos diseñados para tratar la diarrea, ya que esto retardaría la salida de la fuente de infección.

Normalmente, los antibióticos no se recetan para una infección gastrointestinal bacteriana en una persona por lo demás sana. Estos medicamentos tienden a aumentar la gravedad de síntomas como la diarrea. Aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos pueden recibir antibióticos, ya que los beneficios superarían los riesgos potenciales. Se pueden recetar medicamentos antiparasitarios si se descubre que la infección es causada por un parásito, o se pueden recetar medicamentos antivirales para infecciones virales.

Las mejores opciones de tratamiento durante una infección gastrointestinal suelen ser una ingesta adecuada de líquidos y mucho descanso. Esta es una aflicción relativamente común y generalmente se resuelve por sí sola en una semana. Si los síntomas persisten o se vuelven severos, se debe consultar a un médico para una evaluación médica adicional. Se pueden administrar medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas, o se puede indicar una estadía corta en el hospital si la deshidratación se vuelve severa y no se puede tratar adecuadamente en el hogar. Siempre es mejor que un médico diagnostique la infección, ya que algunas afecciones médicas más graves pueden tener síntomas similares.