¿Qué es la diálisis peritoneal ambulatoria continua?

La diálisis peritoneal continua ambulatoria, o CAPD, es una técnica que se utiliza para filtrar los desechos de la sangre cuando los riñones, que normalmente realizan esta función, no funcionan correctamente. Es una alternativa al procedimiento conocido como hemodiálisis, donde los pacientes están conectados a una máquina que filtra la sangre a través de una membrana artificial. Este tipo de diálisis peritoneal permite una mayor libertad porque el proceso de filtrado se lleva a cabo dentro del cuerpo, utilizando el peritoneo, una capa de tejido que recubre la cavidad abdominal, como membrana de diálisis. Esto elimina la necesidad de conectarse a una máquina mientras se realiza la diálisis y permite a la persona realizar sus actividades diarias normales.

Para que se lleve a cabo la diálisis peritoneal ambulatoria continua, se requiere una cirugía menor para insertar un tubo, llamado diálisis peritoneal, o catéter de DP, en el espacio interior del abdomen, conocido como cavidad peritoneal. El sitio de la operación debe sanar completamente antes de que pueda comenzar la diálisis. Todo el equipo necesario para la diálisis peritoneal continua se almacena en el domicilio del paciente y la técnica consiste en realizar un procedimiento sencillo e indoloro unas cuatro veces al día.

Parte del catéter de DP, que está hecho de un material suave, sobresale de una abertura en la piel del abdomen, donde se fija con cinta adhesiva y normalmente se cubre con un apósito. Dentro del cuerpo, el tubo del catéter está anclado por manguitos especiales, que se fusionan con los tejidos corporales. El procedimiento de diálisis peritoneal ambulatoria continua implica conectar un par de bolsas al extremo del catéter de DP, mediante un sistema de tubos y pinzas. Una bolsa contiene solución de diálisis nueva y la otra se usa para recolectar la solución vieja que ha estado en el cuerpo durante varias horas.

La solución de diálisis fresca contiene glucosa, que actúa, mediante una fuerza conocida como presión osmótica, para extraer agua de los vasos sanguíneos a través del peritoneo y entrar en la solución en la cavidad peritoneal. Los productos de desecho de la sangre, que normalmente serían filtrados por un riñón en funcionamiento, también pasan a través del peritoneo hacia la solución de diálisis. Normalmente, el líquido de diálisis fresco se deja en la cavidad peritoneal entre cuatro y seis horas antes de drenarlo en una bolsa de desechos. Luego se agrega una nueva solución para que el proceso de diálisis sea continuo.

Es importante que se sigan estrictas prácticas de higiene durante la diálisis peritoneal ambulatoria continua, porque existe el riesgo de que la infección se propague desde el lugar del catéter hasta la cavidad peritoneal. Esto provoca una enfermedad potencialmente grave conocida como peritonitis, que necesita tratamiento urgente. Los síntomas de la peritonitis incluyen dolor en el abdomen, fiebre y apariencia turbia del líquido de diálisis de desecho. En la mayoría de los casos, el tratamiento con antibióticos resuelve la afección.