¿Cuáles son los diferentes tipos de tratamiento para niños con dispraxia?

La dispraxia es un trastorno de la coordinación del desarrollo neurológico que está presente desde el nacimiento. El cerebro sabe lo que quiere que haga el cuerpo, pero tiene dificultades para procesar la señal para llevar a cabo la acción. Es importante tener en cuenta que la dispraxia no afecta de ninguna manera la inteligencia del niño al que se le diagnostica este trastorno de la planificación motora. Los tipos de tratamiento para niños con dispraxia incluyen patología del habla, terapia ocupacional y fisioterapia. A menudo se necesita más de un método de tratamiento para abordar el trastorno.

El tipo específico de tratamiento necesario depende en gran medida del grado del trastorno y del diagnóstico temprano. Los niños con dispraxia que se diagnostican a una edad muy temprana a menudo responden mejor al tratamiento que los que quedan sin diagnosticar hasta una edad más avanzada. La dispraxia puede presentarse en tres formas diferentes: dispraxia oral, verbal y motora. Estas formas pueden estar presentes por separado o en combinación. Los tratamientos para cada tipo de este trastorno de coordinación del desarrollo varían.

La dispraxia oral implica la ejecución de sonidos que no son del habla y puede tener o no un efecto directo sobre el habla en sí. Los niños con dispraxia oral tienen dificultades con actividades como soplar, chupar o silbar. Esta forma de dispraxia también puede afectar la capacidad del niño para tragar. La terapia motora oral se usa a menudo para tratar la dispraxia oral. Esto puede implicar ejercicios especiales diseñados para mejorar la coordinación y la fuerza de los músculos orales.

Los niños con dispraxia verbal a menudo se someten a un tratamiento de patología del habla en un esfuerzo por mejorar los impedimentos del habla. La dispraxia verbal y oral están estrechamente asociadas y, a menudo, se tratan de la misma manera. La terapia motora oral y los ejercicios especiales destinados a fortalecer los músculos de los labios, la mandíbula y la lengua también se utilizan en el tratamiento de la dispraxia del habla.

La dispraxia motora generalmente está indicada por la incapacidad para coordinar movimientos o responder rápidamente. Los niños con dispraxia motora a menudo tienen dificultades con la organización espacial, la resolución de problemas, el procesamiento de instrucciones o el aprendizaje de nuevas habilidades. La dispraxia motora se puede tratar con terapia física y ocupacional o con asesoramiento. Los métodos de tratamiento avanzados, como la terapia de sonido y la terapia del neurodesarrollo, también han sido eficaces para tratar a los niños con dispraxia.

En muchos casos, los niños con dispraxia también sufren sentimientos de insuficiencia. A menudo presentarán problemas sociales y de comportamiento como resultado del trastorno del desarrollo. Es importante fomentar y ayudar a desarrollar la autoestima en los niños con dispraxia. El asesoramiento es a menudo un medio de tratamiento necesario para abordar estos problemas.