¿Qué implica el tratamiento de Pseudomonas?

El género de bacterias Pseudomonas contiene varias especies que pueden causar infecciones en humanos, pero con mayor frecuencia, la culpable es Pseudomonas aeruginosa. Pueden verse afectadas diferentes partes del cuerpo, desde los pulmones hasta la piel, por lo que las opciones de tratamiento de Pseudomonas son diferentes. Como la afección médica es causada por bacterias, los antibióticos son fundamentales para cualquier tratamiento de Pseudomonas. Un médico puede administrar los medicamentos a un paciente de diversas formas, incluidas inyecciones, tabletas y aerosoles.

La bacteria Pseudomonas es muy común en el medio ambiente y vive en la tierra y el agua. Otras fuentes de bacterias incluyen plantas y animales. Aunque los insectos no son muy peligrosos para las personas sanas, pueden causar infecciones como infecciones del tracto urinario. Cuando el sistema inmunológico de una persona está comprometido, el potencial de enfermedad puede ser peor. Las personas que tienen fibrosis quística, que hace que el revestimiento de los pulmones sea menos capaz de eliminar este tipo de infección, son un grupo que es susceptible a infecciones graves. Otras afecciones graves y potencialmente letales que puede causar la bacteria incluyen meningitis e intoxicación de la sangre.

Los antibióticos son un grupo de sustancias químicas que pueden matar las bacterias. Diferentes antibióticos actúan sobre grupos específicos de bacterias, lo que significa que el tratamiento con Pseudomonas, por ejemplo, requiere medicamentos específicos para eliminar la infección. Los tipos de antibióticos que suelen tener éxito como tratamiento contra Pseudomonas son las cefalosporinas, los aminoglucósidos y los carbapenémicos. La colistina es otro que puede curar la infección, pero para los pacientes que tienen infecciones graves, se utilizan medicamentos como piperacilina o ticarcilina.

A menudo, cuando un médico trata una infección por Pseudomonas, le da al paciente más de un antibiótico a la vez. Esto es para asegurar que las bacterias que pueden ser resistentes a un fármaco mueran a causa del otro. En casos como infecciones de oído, el paciente también puede recibir esteroides. También puede ser necesaria la escisión quirúrgica del tejido infectado. Las infecciones de tejido quemado pueden significar que el paciente necesita desbridar el tejido afectado, en cuyo caso se raspa el tejido.

Las tabletas que contienen el medicamento pueden ser suficientes para las personas que tienen casos leves como infecciones del tracto urinario. Aquellos con infecciones oculares pueden recibir un ungüento que deben aplicarse en el ojo o pueden ser necesarias inyecciones. Infecciones peligrosas como neumonía, meningitis o una infección del corazón llamada endocarditis requieren un ciclo de inyecciones de hasta seis semanas de duración. Las personas con fibrosis quística que tienen una infección pueden recibir antibióticos en forma de inhalador, por lo que el medicamento se administra directamente a los pulmones.