Un hospital privado financia operaciones a través de pagos directos de pacientes y proveedores de seguros, y no recibe dinero público. Estas instalaciones pueden ofrecer una variedad de servicios a los miembros del público. La falta de dependencia de los fondos gubernamentales significa que no se les exige que cumplan con los objetivos específicos establecidos para los hospitales públicos, que tienen el mandato de poner la atención a disposición de los pacientes de bajos ingresos y cumplir con otros requisitos. Estas organizaciones generalmente se administran como instituciones con fines de lucro.
En las instalaciones privadas, prácticamente todo en las operaciones de la instalación se financia mediante pagos de los pacientes y sus proveedores de seguros. Estas instituciones no reciben subvenciones de agencias públicas, aunque pueden atender a pacientes que utilizan la asistencia pública para pagar el tratamiento. Los hospitales privados pueden incluir servicios como farmacias, centros de fisioterapia, centros de diagnóstico por imágenes y otros servicios médicos relacionados. Estos pueden aumentar los servicios disponibles para los pacientes y generar más ingresos para la instalación.
Algunas son instituciones con fines de lucro y pueden cotizar en bolsa, con una junta electa y acciones disponibles en el mercado abierto. También pueden operar como parte de un grupo aliado de centros de salud. Esto permite a los pacientes recibir atención a través de una red cuando viajan o visitar instalaciones con diferentes servicios cuando sus hospitales de origen no satisfacen sus necesidades específicas. En un hospital privado, las personas tienen acceso a los mismos tipos de tratamientos que pueden recibir en un centro público y, a veces, pueden obtener servicios que no están ampliamente disponibles para el público en general.
Los hospitales públicos generalmente deben cumplir con los mandatos de servicio público. El gobierno brinda asistencia financiera para garantizar que se brinde atención médica a la mayor cantidad de población posible, y puede exigirles que cumplan con los objetivos de personal, realicen actividades de extensión a personas de bajos ingresos y participen en otras actividades como la educación pública. Un hospital privado no tiene estas cargas regulatorias porque se administra como una empresa privada. Debe cumplir con los estándares de salud y seguridad como proveedor de atención médica, pero no está obligado a hacer que los servicios estén disponibles para el público.
Aunque no existe un mandato público específico en un hospital privado, algunos pueden participar y participan en actividades de divulgación pública con fines de relaciones públicas. Esto puede incluir actividades como la donación de servicios a niños de bajos ingresos o la provisión de educación comunitaria para reducir las tasas de enfermedades prevenibles. Un hospital privado también puede realizar investigaciones y capacitar a médicos, enfermeras y otros profesionales médicos.