¿Cómo trato una lesión en el cuello?

Los vecinos ruidosos o los conocidos desagradables pueden considerarse un dolor metafórico en el cuello, pero estos y otros irritantes similares palidecen en comparación con los reales. Las lesiones en el cuello se presentan de muchas formas y se derivan de muchas causas. Una lesión en el cuello puede ser aguda o crónica. Puede ser el resultado de un trauma, distensión muscular, nervios pinzados, degeneración, hernia de disco o algo tan simple como dormir boca abajo. Afortunadamente, la mayoría de las lesiones del cuello son relativamente leves y se pueden tratar con ejercicios, medicamentos y, a veces, con un cambio de hábitos.

Inicialmente, depende de la persona decidir si una lesión en el cuello requiere un viaje al consultorio del médico. Siempre se debe buscar ayuda médica en caso de traumatismo en el cuello, pero hay algunos otros signos que indican que algo más grave que un tirón muscular está potencialmente en juego. Si siente dolores punzantes que van desde el cuello hasta el brazo, es posible que esté experimentando problemas cardíacos. Cualquier tipo de entumecimiento en las manos o los brazos que acompañe al dolor de cuello debe verse como una señal de advertencia, y lo mismo ocurre si no puede tocar su pecho con la barbilla. Estas señales pueden no ser nada, pero también podrían ser indicativas de cualquier cosa, desde enfermedades no diagnosticadas hasta un accidente cerebrovascular inminente.

Suponiendo que una lesión en el cuello no es el resultado de un accidente u otro trauma, existen varios tratamientos que una persona puede intentar en casa. Los analgésicos de venta libre, especialmente los antiinflamatorios como el ibuprofeno, suelen ser muy útiles. Como ocurre con la mayoría de las tensiones o tirones, la alternancia de almohadillas térmicas y compresas de hielo en intervalos de 20 minutos a menudo alivia la lesión. Casi siempre se recomienda descansar, ya que una lesión en el cuello se curará lentamente si el movimiento excesivo agrava el área afectada.

Para algunas personas, un masaje de espalda es el tratamiento preferido, ya que los músculos tensos de la espalda pueden ser la verdadera fuente del dolor de cuello. En esta misma línea, millones utilizan tratamientos alternativos como la quiropráctica y la acupuntura. En todos estos ejemplos, generalmente se requieren numerosas sesiones antes de aliviar o curar la lesión. Si una lesión en el cuello no parece desaparecer en un período de tiempo razonable, debe consultar a un médico para que le realicen radiografías y exámenes.

Si no hay daño estructural en el cuello o la vértebra superior, los ejercicios de fisioterapia, generalmente bastante suaves, suelen ser la receta para una lesión en el cuello. El objetivo es restablecer un rango de movimiento. En casos más graves, se puede recomendar la cirugía, y lo más probable es que vaya seguida de fisioterapia cuando los huesos y tendones hayan sanado. Es bueno tener en cuenta que la mejor manera de tratar una lesión en el cuello es evitar contraerla en primer lugar.

Nunca se encorve sobre una computadora ni conduzca durante períodos prolongados sin un descanso. Una persona también debe asegurarse de estirarse varias veces durante el día. Debe evitarse dormir boca abajo en la medida de lo posible. Si bien una lesión en el cuello normalmente no es motivo de preocupación, debe controlarse de cerca si el dolor aumenta o si se desarrollan problemas adicionales.