Botox® es una proteína derivada de la toxina del botulismo que se inyecta debajo de la piel para minimizar o suavizar las líneas y arrugas del rostro. Cuando se utilizan dosis bajas, en realidad paraliza o relaja los músculos faciales, dando al receptor una apariencia facial limpia y suave. Botox® es producido por Allergan Pharmaceuticals.
El tratamiento con Botox® ha ganado popularidad a lo largo de los años por varias razones. Es menos invasivo que un estiramiento facial y los resultados son inmediatos. Cuando uno recibe un estiramiento facial, puede esperar tener vendajes en la cara durante varios días junto con hematomas, hinchazón y puntos de sutura. Pueden pasar un par de meses antes de que la persona pueda mirarse en el espejo sin ver los efectos de la cirugía plástica. Con Botox®, la hinchazón disminuye en uno o dos días, y aunque un pinchazo de la aguja es visible inmediatamente después de la administración de la inyección, la mayor parte de la evidencia desaparece en 24 horas.
Botox® también es mucho más barato y rápido que un estiramiento facial. De hecho, es tan fácil y tan asequible que algunas personas celebran fiestas en las que se administran inyecciones a varias personas en el transcurso de un par de horas. Se necesita tan poco tiempo para administrar que una paciente puede recibir un tratamiento en su hora de almuerzo. El Botox® también es temporal, por lo que si a la receptora no le importa cómo se ve, su rostro recuperará su apariencia normal en aproximadamente tres a seis meses.
Por supuesto, existen riesgos. Es raro, pero uno puede tener una reacción alérgica al Botox®. Además, debido a que adormece los músculos, puede causar la apariencia de sorpresa o hacer que parezca que el receptor tiene el ceño fruncido permanente. Dado que el tratamiento es temporal, estos inconvenientes no duran mucho.
Sin embargo, quienes toman antibióticos corren el riesgo de sufrir una reacción adversa. Se recomienda a cualquier persona que esté tomando un antibiótico que informe a su médico sobre esto antes de inyectarse. Se aconseja a las mujeres embarazadas o en período de lactancia que pospongan las inyecciones de Botox® hasta que sus pequeños ya no dependan de ellas para la nutrición.
Botox® es una opción más atractiva para la cirugía plástica para muchas personas. Es rápido, menos costoso y, a excepción del pinchazo de una jeringa, es indoloro. Cualquiera que esté considerando la cirugía estética puede querer considerar Botox® primero.