Una caja de espejos es un dispositivo que se usa con pacientes que experimentan dolor en el miembro fantasma, parálisis y dolor neuropático. Los pacientes insertan ambas extremidades, comúnmente los brazos, en la caja, cubriendo la extremidad lesionada. Observan los movimientos del miembro sano en el espejo para remodelar sus cerebros. Esto se puede ofrecer como parte de un programa de terapia y se puede realizar en el hogar, así como bajo la dirección de un profesional médico capacitado. La investigación sobre el uso de la terapia de caja de espejos muestra que puede ser beneficiosa para algunos pacientes.
La idea detrás de la terapia de caja de espejos es que cuando las personas intentan mover las extremidades lesionadas, los nervios restantes envían señales al cerebro; en el caso de una extremidad paralizada, estas señales pueden ser un recordatorio de que la extremidad no se puede mover. Para las amputaciones, los nervios pueden expresar confusión porque no hay una extremidad allí. Con el tiempo, estas señales pueden convertirse en mensajes sobre el dolor, creando un dolor fantasma y una irritación. Si el paciente tiene alguna función en la extremidad, estas señales pueden limitar el rango de movimiento porque el paciente comienza a temer el dolor.
Tácticas como la fisioterapia y los medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor y aumentar la amplitud de movimiento. La caja del espejo se puede utilizar como una herramienta para volver a entrenar al cerebro para que deje de procesar las señales nerviosas de forma errónea. Se puede usar con brazos o piernas. Los pacientes generalmente comienzan a trabajar con un proveedor de atención médica, que les pide que inserten ambas extremidades en la caja y agregue una cubierta al costado de la caja con la extremidad lesionada.
Un espejo en el medio de la caja voltea la extremidad sana, creando una imagen de espejo. El paciente puede realizar una serie de ejercicios, mirando la imagen del espejo, lo que crea la ilusión de que la extremidad lesionada o faltante está completamente comprometida. Estos ejercicios pueden variar en naturaleza y complejidad. Básicamente, esto puede engañar al cerebro haciéndole creer que tiene dos extremidades sanas, lo que redirige los patrones previamente establecidos por las señales de dolor.
Los pacientes que usan una caja de espejos pueden experimentar una disminución del dolor del miembro fantasma. Otros pueden experimentar dolor debido a lesiones neurológicas u otros problemas, y pueden encontrar la caja exitosa como un método no invasivo para el manejo del dolor. El dolor asociado con la parálisis puede aliviarse y los pacientes con mala coordinación pueden experimentar una mejora después de las sesiones de terapia de caja de espejos. La técnica no es eficaz con todos los pacientes, pero puede considerarse o presentarse como una opción si los terapeutas creen que podría ser útil.