La amitriptilina es un medicamento antidepresivo recetado, aunque también es común que los médicos receten amitriptilina para el dolor. Este medicamento funciona bien para tratar el dolor de los nervios, porque los antidepresivos tricíclicos como la amitriptilina tienen cualidades que bloquean el dolor de los nervios que pueden evitar que una persona experimente un dolor punzante o ardiente en diferentes partes del cuerpo. El uso de amitriptilina es ideal para algunos pacientes con dolor crónico, porque el medicamento no es adictivo como lo son los analgésicos narcóticos.
Un médico puede recetar amitriptilina para el dolor en pacientes con afecciones como cistitis intersticial, dolor crónico de espalda o cuello, fibromialgia y vulvodinia. Tomar este medicamento en cualquier rango de 10 mg a 100 mg al día puede ayudar a muchos pacientes con estas afecciones a encontrar algún tipo de alivio. Muchos profesionales médicos comenzarán con los pacientes con una dosis muy baja de amitriptilina y aumentarán gradualmente la dosis cada semana o dos hasta que se determine una dosis efectiva. La dosis recomendada de amitriptilina para el dolor es mucho menor que la dosis utilizada para tratar la depresión.
Tomar amitriptilina no es una solución rápida. Es posible que los pacientes deban tomar el medicamento durante semanas o meses para sentir todos sus efectos. Si un paciente decide que no está contento con la amitriptilina, debe comunicarse con un médico y pedir que lo suspendan. No se recomienda suspender abruptamente la amitriptilina.
El medicamento amitriptilina puede funcionar bien para tratar el dolor nervioso en muchos pacientes, pero el medicamento también puede provocar algunos efectos secundarios que pueden hacer que algunos pacientes se sientan frustrados con el tratamiento. Un efecto secundario muy común es la somnolencia. La mejor manera que tienen los pacientes de lidiar con este efecto secundario es tomar amitriptilina a la hora de acostarse y asegurarse de dormir toda la noche. Otro efecto secundario desafortunado de este medicamento es el aumento de peso. Algunos pacientes incluso informan haber aumentado los antojos de azúcar y dulces como resultado de tomar este medicamento.
El estreñimiento también puede ser común cuando se toma amitriptilina para el dolor. Los pacientes que experimentan este problema deben hablar con sus médicos sobre laxantes, ablandadores de heces y cambios en la dieta que pueden mejorar la situación. Muchos pacientes también padecen sequedad de boca cuando toman amitriptilina. Es importante que las personas que toman este medicamento beban mucha agua para mantenerse hidratadas.
Los pacientes pueden usar la amitriptilina para el dolor como tratamiento en solitario o junto con otros tratamientos, como fisioterapia y otros medicamentos. Si una persona está luchando con su nivel de dolor, debe hablar con su médico sobre la modificación del plan de tratamiento. La amitriptilina es un medicamento más antiguo y, por lo general, es mucho más asequible que algunos medicamentos antidepresivos más nuevos. Esto puede ser beneficioso para los pacientes que no tienen seguro médico o tienen ingresos fijos.