¿Cuáles son los diferentes tipos de tabletas de prednisona?

Las tabletas de prednisona son medicamentos corticosteroides sintéticos disponibles solo con receta médica. Se utilizan para inhibir el sistema inmunológico o tratar enfermedades inflamatorias. Estas tabletas vienen en diferentes concentraciones de dosis, incluidas tabletas de 2.5 miligramos (mg), 5 mg, 10 mg, 20 mg y 50 mg. La concentración de la tableta de prednisona recetada para una afección determinada depende de los objetivos del tratamiento; la dosis puede variar a lo largo del tratamiento.

Los corticosteroides sintéticos que se encuentran en las tabletas de prednisona imitan la acción de la hidrocortisona, una sustancia química producida por las glándulas suprarrenales del cuerpo. Las tabletas de prednisona pueden tener muchos efectos en el cuerpo, pero se usan más comúnmente por sus propiedades antiinflamatorias. Se utilizan para tratar afecciones como asma, bronquitis, artritis y algunos tipos de erupciones cutáneas. Las tabletas de prednisona también se usan para inhibir el sistema inmunológico en enfermedades autoinmunes o para evitar que el sistema inmunológico rechace un órgano trasplantado.

Las dosis se ajustan típicamente a lo largo del tratamiento para mantener la dosis efectiva más baja posible. Un paciente puede comenzar tomando una tableta de 50 miligramos cada día, luego disminuir gradualmente hasta que esté usando solo una tableta de 2.5 miligramos. Otro método común de dosificación es prescribir las tabletas de prednisona en una dosis e indicar al paciente que tome varias el primer día y que disminuya la dosis en una píldora cada día hasta que se acabe la prescripción. Esto elimina la necesidad de prescribir varias dosis diferentes y alivia la confusión potencial sobre qué píldora es cuál.

Los efectos secundarios comunes de las tabletas de prednisona incluyen dolor de cabeza, mareos, alteraciones del sueño y cambios en el estado de ánimo o la personalidad. También puede ocurrir piel delgada y frágil, aumento del crecimiento del cabello y debilidad muscular. Las tabletas también disminuyen el tiempo de curación de cortes y hematomas debido a su efecto sobre el sistema inmunológico. El riesgo de efectos secundarios aumenta con dosis más altas o con el uso prolongado del medicamento.

También pueden ocurrir reacciones graves y potencialmente peligrosas con el uso de tabletas de prednisona. Estos requieren atención médica inmediata. Los riesgos potenciales incluyen convulsiones, temblores incontrolables en las manos, entumecimiento en las extremidades y latidos cardíacos irregulares. La hinchazón en cualquier parte del cuerpo, particularmente en el área de la cara, la garganta o el estómago, también requiere atención médica inmediata. Algunos pacientes pueden experimentar efectos psicológicos graves, como depresión y pérdida de conexión con la realidad.

El uso prolongado de tabletas de prednisona puede dañar las glándulas suprarrenales, haciendo que se encojan y dejen de producir cortisol. Cuando el medicamento se suspende abruptamente, las glándulas no pueden prepararse produciendo suficiente cortisol para prevenir los síntomas de abstinencia, que pueden incluir vómitos y shock. El uso prolongado de tabletas de cortisona también puede causar necrosis de las articulaciones de la cadera, una condición dolorosa y potencialmente fatal.

Los pacientes a los que se les receten tabletas de cortisona deben tomar el medicamento exactamente como lo indique su médico. La mayoría de los médicos recomiendan tomar el medicamento a la misma hora todos los días. Usar el medicamento según las indicaciones puede ayudar a disminuir el riesgo de efectos secundarios potencialmente graves y acelerar el tiempo de recuperación.