La inmunoterapia es un tipo de tratamiento que utiliza el sistema inmunológico del cuerpo para combatir enfermedades. La terapia se administra a través de proteínas sintéticas del sistema inmunológico o ayudando al sistema inmunológico del cuerpo a funcionar de manera más eficiente. Estas formas de terapia se utilizan a menudo además de otros tratamientos para ayudar a los pacientes con cáncer.
El sistema inmunológico es responsable de proteger al cuerpo contra los gérmenes dañinos. Está compuesto por órganos, células y sustancias que trabajan juntas para lograr el objetivo de un cuerpo sano. Las células del sistema inmunológico y las sustancias creadas por estas células se mueven por todo el cuerpo, protegiéndolo constantemente de los gérmenes dañinos.
A veces, el sistema inmunológico siempre alerta es incapaz de identificar las células cancerosas como invasores extraños. Por esta razón, los cánceres pueden atravesar la línea de defensa y entrar al cuerpo. La inmunoterapia es una forma en que los médicos intentan ayudar al cuerpo a luchar contra el cáncer.
Para ayudar al cuerpo a reconocer las células cancerosas, los médicos prescriben inmunoterapia a algunos pacientes. Existen dos tipos principales de inmunoterapia: activa y pasiva. La inmunoterapia activa usa el sistema inmunológico para combatir enfermedades, mientras que la inmunoterapia pasiva usa sustancias sintéticas para ayudar al sistema inmunológico.
Una forma popular de inmunoterapia pasiva se llama terapia con anticuerpos monoclonales. En este tipo particular de terapia, se crea una gran cantidad de anticuerpos dentro de un laboratorio médico. Los anticuerpos se inyectan en la vena del paciente. Los pacientes pueden experimentar efectos secundarios leves similares a una reacción alérgica. Estos pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, erupciones cutáneas, fiebre, diarrea y otras reacciones menores similares.
Las vacunas contra el cáncer son una forma de inmunoterapia activa utilizada por los médicos para sus pacientes con cáncer. Estas vacunas actúan contra los virus que causan cáncer. Ayudan al sistema inmunológico a combatir el cáncer que ha invadido el cuerpo. Las vacunas contra el cáncer se componen de partes celulares, antígenos puros o células cancerosas. La mayoría de las vacunas contra el cáncer se encuentran en la etapa experimental, ya que los científicos aún están aprendiendo sobre su efectividad.
Los médicos también utilizan otras inmunoterapias activas en sus pacientes. Cada método está diseñado para aumentar la capacidad del sistema inmunológico del cuerpo. Una terapia activa particular consiste en extraer muestras de tumores del paciente.
En este tratamiento en particular, los tumores que tienen células del sistema inmunológico ubicadas en su interior son los que se extirpan. Luego, los tumores se reproducen en el laboratorio y se tratan con interleucina-2, una sustancia que ayuda a estimular el sistema inmunológico. Finalmente, las células tumorales se inyectan en el paciente para que puedan comenzar a trabajar en la lucha contra el cáncer.