Una corporación municipal es una jurisdicción local, como una ciudad, pueblo o aldea, que ha sido incorporada bajo las leyes de una jurisdicción de control para permitirle gobernarse a sí misma con respecto a asuntos locales. La jurisdicción de control aprueba un estatuto de incorporación u otra ley que permite a los ciudadanos votar para que el gobierno local opere como una entidad legal independiente. Los funcionarios del gobierno local envían un documento de incorporación y se les emite una carta que conmemora el nuevo estado del territorio.
La incorporación municipal está autorizada por una jurisdicción gobernante con autoridad legal exclusiva, como un estado o una provincia. El estado o provincia extrae algo de su propia autoridad para permitir que un área local se gobierne a sí misma en asuntos relacionados con cuestiones de calidad de vida, siempre que el gobierno local no apruebe ninguna ley que entre en conflicto con las leyes de la jurisdicción gobernante. Una corporación municipal maneja asuntos tales como tráfico, permisos comerciales, ordenanzas de salud y seguridad, y habilita a los magistrados y tribunales de reclamos menores. Muchos países de todo el mundo utilizan este tipo de localización de autoridad, incluidos EE. UU., Canadá y el Reino Unido.
La concesión de autoridad a las corporaciones municipales se llama poder policial. Permite a un gobierno local establecer su propio departamento de policía y aprobar leyes para imponer orden y regular el comportamiento de los ciudadanos dentro de su territorio. El fundamento de esta subvención es la presunción de que los gobiernos locales están mejor equipados para determinar los estándares que deben aplicarse a la vida cotidiana en un contexto local que un gobierno regional o federal.
Una corporación municipal tiene los mismos derechos y autoridad que una corporación regular con estatus de entidad legal independiente. Para la ciudad, pueblo o aldea incorporada, esto significa que tiene la capacidad para contratar bienes y servicios con partes del sector privado. También puede recaudar dinero del público mediante la emisión de valores, como bonos municipales, de la misma manera que una corporación regular. Igual de importante, los ciudadanos privados pueden demandar a un gobierno local incorporado por una amplia gama de fallas, desde negligencia en el mantenimiento de servicios e instalaciones municipales hasta abuso de poder por parte de la policía u otros funcionarios gubernamentales.
Los gobiernos locales que se organizan como corporaciones municipales mantienen un presupuesto local y pueden evaluar los impuestos para apoyar los servicios municipales. A menudo están en una mejor posición para negociar el apoyo de la jurisdicción gobernante porque tienen su propia jerarquía gubernamental electa, como un alcalde y un concejo municipal, que tienen una influencia significativa en la población local.