El gorro frigio es un sombrero que lleva el nombre de Frigia, un antiguo reino de Anatolia, ahora conocido como Turquía. Este distintivo sombrero jugó un papel en las sociedades griega y romana antigua, y muchas culturas europeas lo adoptaron en algún momento. Durante la Revolución Francesa, la gorra adquirió un simbolismo especial, convirtiéndose en un emblema de libertad y libertad. Aparece en muchas obras de arte, donde se utiliza como dispositivo simbólico.
Para los griegos, el gorro frigio indicaba que alguien no era de la Grecia continental, ya que estos sombreros se usaban principalmente en Anatolia. En Roma, se le dio a los esclavos manumitidos cuando recibieron su libertad. Alguien con este sombrero, por tanto, podría identificarse como ciudadano del Imperio Romano, con todos los derechos y privilegios que ello conllevaba. Algunas personas han sugerido que, dado que muchos esclavos venían de Anatolia, el gorro era un símbolo de que el esclavo había vuelto a sus raíces.
Clásicamente, este sombrero es rojo, aunque se pueden encontrar otras variaciones de color. Es cónico y está hecho de un material blando, lo que hace que se doble, por lo general hacia adelante, en lugar de estar erguido. Un gorro frigio tradicional tampoco tiene ala. Este diseño básico hace que la gorra sea muy fácil de crear, y esto es probablemente parte de por qué ha sido tan popular en varios momentos de la historia.
El tocado se convirtió en un símbolo durante la revolución francesa, apareciendo en la cabeza de los revolucionarios y en el arte revolucionario. Alcanzó un pináculo en la cabeza de Marianne de Francia, un ícono del estado y valores franceses que se representa típicamente con este sombrero. También aparece en sellos y obras de arte de muchas naciones, e incluso en las banderas de algunos países.
Un gorro frigio se puede ver en el sello del Senado de los Estados Unidos, en algunos dólares de la libertad, en el escudo de armas de Argentina y en muchas monedas mexicanas, entre otros lugares. Si bien estas gorras ya no se usan con frecuencia, muchas personas están familiarizadas con su simbolismo, especialmente los artistas y escultores, que pueden integrar una en una pieza para enviar un mensaje muy específico.