Una madre helecho es un tipo de helecho frondoso y verde que produce nuevas plántulas en sus hojas. Estas diminutas plantas se desprenden de la madre y comienzan a crecer por sí solas. Por esta razón, a veces se le conoce como gallina y helecho polluelo.
Se cree que esta planta se originó en Nueva Zelanda o Australia. Ahora se cultiva como planta de interior en todo el mundo, pero generalmente no se cultiva al aire libre. El helecho normalmente se desarrolla mejor cuando se mantiene en un alféizar que está expuesto al norte o al este. Puede prosperar a pleno sol o sombra parcial. También debe tener tierra que esté constantemente húmeda, pero no mojada.
Las hojas de un helecho madre suelen tener un aspecto muy plumoso. A veces pueden parecerse a la parte superior de las zanahorias. La mayoría de las veces, son de color verde claro a medio. Normalmente miden alrededor de 12 pulgadas (30.48 cm) de largo cuando están completamente maduros.
Una planta madura crece entre dos y tres pies (.61 a .91 m) de altura. Pueden extenderse hasta dos pies (.61 m) de ancho. Si se coloca en una maceta, es posible que deba trasplantarse una planta después de unos meses para que pueda seguir creciendo. Es una planta perenne, lo que significa que normalmente vive varios años.
Una de las características únicas de esta planta es el hecho de que se reproduce por sí sola. Una madre helecho desarrolla pequeñas plántulas en la parte superior de sus hojas en la primavera o el verano de cada año. Cuando estas nuevas plantas están presentes, a veces parece ser más esponjoso de lo habitual, hasta que se desprenden estos nuevos helechos.
Estos pequeños brotes eventualmente se caen de las hojas y luego se pueden cubrir con tierra para producir nuevas plantas de gallinas y pollitos. Otra forma de propagar estos helechos podría ser arrancarlos de las hojas de la madre después de que hayan desarrollado sus propias raíces y luego plantarlos en una maceta. Un cultivador también puede sujetar la hoja del helecho madre al suelo hasta que las plantas bebé se caigan solas.
Cultivar esta planta puede ser una experiencia divertida y educativa tanto para adultos como para niños. Requiere mucho cuidado, por lo que los cultivadores deben estar preparados para dedicar mucho tiempo al cuidado de un helecho madre. Quienes lo hagan podrán disfrutar de un follaje verde y esponjoso durante muchos años.