La sierra trasera es una herramienta de corte con una tira de acero o latón que corre a lo largo del lomo de su hoja; esta zona se conoce como la «espalda». El peso de su espalda y sus afilados dientes dentados hacen que la hoja de sierra trasera sea buena para cortar madera. De hecho, las sierras traseras se utilizan normalmente para crear juntas o ranuras en la madera. Son una excelente opción para los entusiastas de la carpintería y la carpintería porque son versátiles, eficientes y también tienden a ser más pequeños que una sierra de mesa.
Técnicamente, las sierras traseras entran en la categoría de sierras de mano. Al igual que las sierras de mano, su diseño consiste en una pieza larga de metal dentado con un mango en un extremo. Este diseño básico es lo que la mayoría de la gente piensa cuando imagina una sierra. Las sierras traseras, sin embargo, son una versión en miniatura de la sierra de mano clásica. Sus hojas reforzadas miden típicamente entre 8 y 14 pulgadas (20.3 a 35.5 cm) de largo con 11 a 20 dientes dentados por pulgada.
Las sierras traseras siempre deben usarse con una abrazadera o tornillo de banco. Para cortar juntas en la madera, un carpintero o carpintero primero se asegurará de que su proyecto esté firmemente sujeto, y luego agarrará el mango de la sierra trasera con el dedo índice recorriendo la parte superior de la hoja para mayor apoyo. Los primeros cortes deben hacerse suavemente, con la hoja alejándose del cuerpo. Una vez que se ha establecido una ranura, es más fácil moverse hacia adelante y hacia atrás en el movimiento de aserrado tradicional.
Debido a su tamaño y forma, la sierra trasera es más adecuada para cortar juntas y espigas. En realidad, hay dos versiones especializadas de la sierra trasera que se desarrollaron en torno a estos propósitos. La sierra de espiga más común hace cortes generales y uniones más grandes. La sierra de cola de milano, como su nombre indica, está destinada a realizar los pequeños cortes necesarios para crear una junta de cola de milano.
Las sierras traseras se operan manualmente, por lo que cuidar esta herramienta implica afilarla con regularidad. Esos dientes pequeños y afilados deben mantenerse en óptimas condiciones. De lo contrario, los cortes de la sierra trasera pueden volverse ásperos e irregulares, y los dientes pueden incluso atascarse en la madera en lugar de morderla. Pueden surgir riesgos de seguridad cada vez que se permite que una sierra se desafile, y esto es especialmente cierto en el caso de las sierras de mano, que pueden resbalar o pegarse y causar lesiones.