El desarrollo greenfield es la creación de comunidades planificadas en tierras previamente no desarrolladas. Esta tierra puede ser áreas rurales, agrícolas o no utilizadas en las afueras de áreas urbanas. A diferencia de la expansión urbana, donde hay poca o ninguna planificación suburbana adecuada, el desarrollo greenfield se trata de una planificación urbana eficiente que tiene como objetivo proporcionar espacios de vida prácticos, asequibles y sostenibles para las poblaciones urbanas en crecimiento. La planificación tiene en cuenta el crecimiento y el desarrollo futuros y busca evitar los diversos problemas de infraestructura que afectan a las áreas urbanas existentes.
En realidad, optar por un desarrollo totalmente nuevo es mucho más conveniente que intentar desarrollar o modificar áreas urbanas existentes. El proceso de revitalización de vecindarios viejos o deteriorados, que se conoce como remediación de zonas industriales abandonadas, puede ser costoso, lento y plagado de diversos problemas sociales y políticos. Los propietarios, por ejemplo, pueden no encontrar el desarrollo en su interés o rentable. Si se trata de un vecindario difícil con sistemas escolares disfuncionales, es posible que la gente no esté dispuesta a mudarse a él incluso después de la remodelación. La planificación y el desarrollo de nuevas comunidades en nuevas áreas, por otro lado, puede ser un proceso comparativamente más rápido y más fácil, sin problemas previos con los que lidiar.
En su nueva planificación comunitaria, los planificadores pueden eliminar muchas de las arrugas que hacían que la vida urbana fuera difícil o desagradable. Pueden planificar de manera ambientalmente responsable para hacer un mejor uso tanto del terreno abierto como del terreno que se utilizará con fines comerciales y residenciales, y evitar la destrucción o contaminación de los recursos naturales. Los planificadores pueden tratar de evitar la segregación social y económica que a menudo se observa en las ciudades asegurándose de que los diferentes vecindarios tengan diferentes casas y edificios de diferentes tipos, tamaños y niveles de asequibilidad. De esta manera, las personas no tienen que dividirse en guetos en función de lo que ganan.
También es necesario considerar el transporte y las rutas de transporte. Es beneficioso que las personas en las áreas de desarrollo greenfield tengan fácil acceso a pie, en automóvil o en bicicleta a los lugares de empleo, institutos educativos, áreas comerciales, áreas recreativas, etc. Tener un plan para un sistema de transporte público bien desarrollado puede ayudar a reducir la dependencia pública de los automóviles, así como a reducir los niveles de contaminación. Los planificadores deben hacer los arreglos necesarios para los paseos peatonales y las pistas para bicicletas. Hacer que el público participe hasta cierto punto en la planificación fomentará un sentimiento comunitario que es esencial para el bienestar a largo plazo de todas las comunidades planificadas.
Este tipo de desarrollo urbano requiere una buena cantidad de financiamiento, adquisición de terrenos adecuados, planificación en profundidad y tiempo para una implementación cuidadosa. Todos estos factores, especialmente los económicos, pueden no siempre ser favorables, y por eso, a pesar de su solidez práctica, estos proyectos no están más extendidos. En lugar de grandes municipios nuevos, es más probable que vean el crecimiento de comunidades más pequeñas y separadas que interactúan entre sí con más o menos el mismo propósito.