La pérdida de producción es una interrupción de las operaciones normales que conduce a la ineficiencia. Esto puede aumentar los costos que pueden ser difíciles de recuperar a menos que la situación se resuelva rápidamente. Las empresas pueden utilizar una variedad de medidas para evaluar la productividad y determinar cuándo están incurriendo en pérdidas. Si surgen problemas, es posible que tengan varias opciones para abordarlos, como transferir recursos, cerrar una unidad improductiva o auditar para encontrar la fuente de ineficiencia y solucionarla.
Las circunstancias que conducen a la interrupción son impredecibles, lo que dificulta que las empresas planifiquen adecuadamente. Por ejemplo, es posible que un contratista que construye una casa no pueda trabajar mientras espera los suministros retrasados. Los equipos no pueden realizar su trabajo y el proyecto se retrasa, pero el contratista no tenía forma de saber que los suministros llegarían tarde. Esta pérdida de producción puede crear un efecto dominó; los fontaneros que esperan empezar a trabajar, por ejemplo, tienen que esperar a que termine el equipo de enmarcado, etc.
Una variedad de proyectos pueden estar sujetos a pérdidas de producción. Las empresas basan sus cifras de producción en la experiencia y el desempeño en casos similares. Las fábricas, por ejemplo, pueden calcular los recursos necesarios para producir una unidad, como un automóvil. Pueden evaluar esto en términos de horas de trabajo o el costo de las materias primas, según la industria y la preferencia del analista. Si normalmente se necesitan 30 horas de trabajo para construir un automóvil y esto cambia a 40, esto indica una pérdida de producción.
La ineficiencia del trabajador aumenta los costos asociados con la producción y puede provocar retrasos en la entrega y la consiguiente insatisfacción del cliente. En las licitaciones de contratos, es común agregar algo de exceso para crear espacio para demoras y otros problemas, pero esto puede no compensar por completo los problemas dramáticos inesperados. Las industrias de las que se depende para producir recursos, como la industria del petróleo y el gas, pueden generar un impacto económico considerable como resultado de la pérdida de producción, porque muchas otras empresas dependen de ellas. Puede ser necesaria una intervención para estabilizar los precios y ayudar a la empresa a recuperarse.
Los gráficos de productividad pueden permitir a las empresas comparar entre trimestres y otros períodos de informes para determinar si están operando de manera eficiente. Una caída momentánea seguida de una recuperación que se puede rastrear hasta causas explicables puede no ser una causa importante de preocupación. Las caídas significativas y repetidas pueden ser indicadores de que algo anda mal. La empresa puede utilizar un analista para averiguar qué está sucediendo y hacer recomendaciones para el siguiente paso.