También conocida como corriente de cortocircuito, una corriente de falla es un término que se usa para describir una situación en la que el flujo de corriente que viaja a través de un circuito eléctrico no está dentro de un rango normal. Este tipo de flujo de corriente anormal o inusual puede ser causado por una serie de problemas diferentes, incluido un cortocircuito en el equipo eléctrico o algún defecto que esté afectando negativamente la ruta de la corriente, lo que hace que la salida sea algo baja. Cuando el flujo de corriente cae fuera de un rango normal, los equipos que están diseñados para prevenir cortocircuitos no responderán correctamente, por lo que es necesario corregir la situación lo más rápido posible.
El proceso de localización de una corriente de falla variará ligeramente, dependiendo de la construcción general del sistema de cableado involucrado. Con un sistema simple, en ocasiones es posible identificar el origen del problema haciendo una simple inspección de los cables que componen el sistema. En sistemas más complejos donde el cableado está encapsulado y puede extenderse por distancias extremadamente largas, generalmente existe la necesidad de utilizar equipos que realmente rastreen y midan el flujo de corriente desde el punto de origen hasta el punto de terminación. Un ejemplo de este tipo de equipo es el reflector de dominio de tiempo, que emite un pulso que recorre la longitud del cableado y registra el pulso a medida que regresa. Los datos derivados de las pulsaciones permiten tener una buena idea de dónde se encuentra exactamente el impedimento o defecto, agilizando la reparación del cableado y eliminando la corriente de defecto.
Corregir una corriente de falla es muy importante no solo para el funcionamiento continuo del sistema eléctrico, sino también para la seguridad de quienes viven y trabajan alrededor de ese sistema. Los flujos anormales de corriente pueden provocar sobretensiones que dañen el equipo que está alimentado por la corriente suministrada por el cableado, o posiblemente carguen los dispositivos de modo que cuando se toquen, se administre una descarga eléctrica. Dependiendo de la naturaleza de la corriente de falla y la cantidad de voltaje involucrado, esa descarga puede ser suficiente para causar la muerte.
Existen diferentes estándares que se utilizan en todo el mundo para definir qué constituye una corriente irregular o de falla. Varios países establecen regulaciones que requieren la instalación de disyuntores y otras medidas de seguridad que ayudan a minimizar los peligros potenciales asociados con los cortocircuitos. No es inusual que se desarrollen normas que se apliquen tanto a entornos residenciales como comerciales, por lo que es necesario implementar medidas de seguridad que sean relevantes para la cantidad de corriente que normalmente se entrega en cada caso.