¿Qué es la inundación de dióxido de carbono?

La inundación de dióxido de carbono es una estrategia que se utiliza a menudo en las operaciones mineras, particularmente en la extracción de pozos petroleros. El proceso implica inyectar o inundar un depósito de petróleo con cantidades controladas de dióxido de carbono (CO2). El proceso ayuda a aumentar la presión dentro del depósito, que tiende a disminuir a medida que disminuye el suministro de aceite. Al utilizar la inundación de dióxido de carbono para llenar esencialmente el vacío dejado por el aceite cosechado, es posible reconstruir esa presión perdida y hacer que la cosecha del aceite restante sea mucho más fácil.

El proceso general para utilizar la inundación de dióxido de carbono es identificar puntos estratégicos dentro de un reservorio de petróleo existente, luego usar equipo de perforación para aprovechar directamente ese reservorio en esos puntos. Luego se bombea un flujo controlado de CO2 en esos puntos. Se utiliza equipo sensible para monitorear el nivel de presión que se encuentra en el depósito, lo que permite aumentar o reducir ese flujo como medio para mantener el nivel de presión óptimo para bombear los depósitos de aceite remanentes. Hacerlo le permite a la compañía petrolera evitar crear una presión excesiva que podría provocar accidentes que involucren lesiones a cualquier persona que trabaje cerca del pozo de petróleo u otro tipo de sitio de perforación.

Hay varias formas diferentes de crear el flujo de CO2 que se utiliza para la inundación de dióxido de carbono. El proceso puede requerir agregar algún elemento al gas que ya existe dentro del reservorio, creando una liberación de CO2. Otros procesos requieren la creación artificial de dióxido de carbono en alguna cámara por encima del suelo, y luego aprovechar esa cámara para inyectar el CO2 en el depósito. Dependiendo de la ubicación del sitio de perforación, la cantidad de producto necesaria para crear el nivel ideal de presión y la cantidad de aceite que queda por recolectar, un método puede ser más rentable que el otro.

Como ocurre con muchos aspectos de la extracción de petróleo, existen algunos peligros asociados con las inundaciones de dióxido de carbono. No monitorear adecuadamente la cantidad de presión creada durante e incluso después del proceso de inundación puede generar condiciones inestables dentro del yacimiento que, en última instancia, dañen las plataformas de perforación y el equipo. Si los niveles de presión alcanzan niveles peligrosos, el potencial de daño va más allá de la destrucción parcial del equipo de perforación y la plataforma petrolera propiamente dicha, lo que implica un mayor riesgo de lesiones para los trabajadores de la plataforma. Por esta razón, a menudo es una prioridad asegurarse de que el equipo utilizado para controlar y monitorear el proceso de inyección esté en óptimas condiciones de funcionamiento.