Las emisiones de diésel se refieren a la contaminación atmosférica provocada por este tipo de combustible. Mucha gente es consciente del esfuerzo global para reducir las emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero. Sin embargo, es posible que algunos no se den cuenta de que el diesel es una fuente del problema. Por esta razón, los gobiernos suelen intentar regular este tipo de contaminación.
El diesel es un combustible fósil. Cuando se quema, se liberan gases como monóxido de carbono, óxido nítrico y dióxido de nitrógeno. Estas emisiones de diésel contaminan el aire, lo que puede tener una serie de consecuencias para la salud de las personas y el medio ambiente. Este problema lo crean los particulares cuando conducen vehículos a diésel y las entidades industriales cuando utilizan maquinaria cuyo funcionamiento depende de este tipo de combustible.
Los gobiernos a menudo intentan regular las emisiones de diesel debido a los efectos negativos que tienen. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) dice que el contenido de carbono en el diesel puede variar. Como resultado, las emisiones de diesel pueden agravar el problema del carbono a diferentes velocidades porque el combustible que tiene mucho carbono producirá una mayor tasa de contaminación. Para controlar esto, algunos gobiernos, como los de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Brasil, describen los estándares que debe cumplir el combustible antes de distribuirse a los usuarios.
Otra forma en que se lleva a cabo la regulación es exigiendo qué vehículos son adecuados para la venta o el uso. En muchos países, los vehículos no se pueden conducir ni vender si sus emisiones de diésel superan una cierta cantidad. Esto ha motivado a los fabricantes de automóviles a fabricar automóviles que queman combustible de una manera más limpia.
Los gobiernos también pueden intentar regular las emisiones de diesel dictando límites de exposición permisibles (PEL) en el lugar de trabajo. Permitir que el aire en un espacio de trabajo se contamine más allá de cierto grado se considera comúnmente un riesgo ocupacional. En algunos casos, el gobierno puede dictar acciones que deben tomarse para reducir las emisiones. En otros casos, se establecen límites y es responsabilidad de las empresas individuales determinar cómo cumplirán.
El tema de la reducción de las emisiones de diesel es a menudo tan importante que los gobiernos ofrecerán incentivos para que las personas vayan más allá de lo que se requiere. Una forma de hacerlo es ofreciendo subvenciones para la investigación y el desarrollo de tecnologías de combustibles limpios. Otro método es ofrecer incentivos fiscales a quienes compren equipos más ecológicos o se actualicen a métodos operativos más limpios.