Un destructor de rocas es un tipo de herramienta que generalmente se usa para romper o dividir materiales como rocas, concreto y rocas. Incorpora tecnología propulsora, lo que significa que no se requieren explosiones. Más bien, el destructor de rocas, utilizando cartuchos especiales, genera una onda de impulso que fractura el material. Estas herramientas tienen una amplia variedad de aplicaciones, como en la construcción, demolición, limpieza de sitios, excavación de piscinas, agricultura y excavación de zanjas.
Por lo general, un destructor de rocas tiene cuatro partes, un cuerpo de recámara, un mecanismo de disparo, una alfombra de seguridad y un cañón de impulso. Los cartuchos que se asemejan a los cartuchos de escopeta contienen el material propulsor. Se insertan en el cuerpo de la recámara, que luego se encierra en el mecanismo de disparo. Por lo general, se adjunta un cordón a este mecanismo de disparo, lo que le permite comenzar. Un destructor de rocas empacado tiene un peso de aproximadamente 40 libras (18.14 kg).
Los métodos para usar correctamente un destructor de rocas pueden variar, pero generalmente hay una serie de pasos que son comunes a todos los enfoques. En primer lugar, se perfora un agujero en la roca o en cualquier material que se necesite descomponer. Este agujero generalmente se llena con agua o gel. El cuerpo de la recámara se inserta en el orificio y la alfombra de seguridad se coloca a su alrededor, luego los cartuchos se colocan en el cuerpo de la recámara. Cuando los cartuchos están en su lugar, el mecanismo de disparo se coloca en la parte superior del cuerpo de la recámara y, utilizando el cordón, un operador activa el dispositivo.
La ciencia detrás del destructor de rocas es que crea ondas de impulso de presión, que se dirigen desde el cuerpo que se reclina hacia el orificio pretaladrado. Estos impulsos son luego transportados por la columna de fluido utilizada para llenar el agujero. La presión y la tensión provocan fracturas que hacen que la roca se parta. Al mismo tiempo, el propulsor genera presión estática, lo que genera tensión en la roca, lo que puede contribuir a la fractura.
Algunas de las ventajas del destructor de rocas es que no utiliza explosivos. Esto significa que, en general, es más seguro operar y no se requiere una licencia de voladura. Por lo general, el cordón se puede tirar a una distancia de 25 metros (82 pies), lo que ayuda a garantizar la seguridad de los trabajadores. También hay pocos o ningún escombros voladores causados por el dispositivo, y no se liberan gases tóxicos potencialmente peligrosos. El destructor de rocas generalmente no daña las estructuras o materiales cercanos, ya que las ondas de presión se concentran en el material que debe romperse.