Los aditivos son sustancias que se agregan al hormigón para mejorar la calidad del hormigón de alguna manera. A menudo, la función de los aditivos es acelerar el proceso de curado del hormigón, haciendo posible que la mezcla fragüe y seque rápidamente. En otras ocasiones, se puede utilizar un aditivo para ayudar a ralentizar el proceso de fraguado y secado, lo que permite trabajar con el hormigón durante períodos de tiempo más prolongados. Generalmente, los aditivos se dividen en dos categorías específicas: minerales y químicos.
Es importante reconocer que las mezclas son diferentes de los agregados. Si bien es cierto que los agregados también afectan la calidad final del concreto, están más preocupados por la textura y el color. Por el contrario, los aditivos se centran más en mejorar la trabajabilidad del hormigón de alguna manera, así como en hacer posible que el hormigón fragüe y seque bajo diversos tipos de condiciones de temperatura.
La mayoría de las mezclas de hormigón producidas comercialmente que se venden en la actualidad incluyen al menos una mezcla como uno de los ingredientes principales. En los Estados Unidos, una de las opciones más populares para las mezclas es la inclusión de cenizas volantes. Clasificada como un aditivo mineral, las cenizas volantes ayudan a mantener la trabajabilidad del concreto, así como también aumentan la capacidad del concreto para resistir el agrietamiento con el tiempo debido a la expansión y contracción en diferentes condiciones climáticas. La ceniza también es un gran relleno que permite emplear menos hormigón sin afectar negativamente la calidad del producto terminado.
Los aditivos químicos a menudo se agregan al concreto como una forma de controlar artificialmente la tasa o velocidad de curado. Al tener cierto grado de control sobre cuánto tiempo tardará el concreto en fraguar una vez que esté en su lugar, es posible trabajar con el concreto por períodos de tiempo más largos para agregar elementos decorativos. Al mismo tiempo, algunos aditivos químicos pueden acelerar el tiempo necesario para que el concreto se seque; esta aplicación es deseable cuando existe la necesidad de crear una estructura o componente básico con hormigón y pasar rápidamente a otra tarea.
En general, los aditivos ayudan a ampliar el uso del hormigón para muchas aplicaciones diferentes. Junto con los agregados, los aditivos pueden marcar una gran diferencia en el aspecto, el tacto y la calidad del producto final. Al elegir los aditivos correctos para el lugar y el entorno, es posible producir productos de concreto que se mantengan bien y brinden servicio durante muchos años.