¿Qué es un depósito de gas?

Un depósito de gas es un tanque grande diseñado para almacenar gas natural, metano y compuestos similares a la misma temperatura que el ambiente circundante. Históricamente, estos tanques se usaban para almacenar un suministro local de gas para las comunidades que lo usaban como fuente de iluminación, calor y combustible para cocinar. Hoy en día, son más comúnmente parte de los sistemas de respaldo que se utilizan para mantener un sistema de gas presurizado seguro para su funcionamiento. También pueden actuar para atrapar los gases producidos como subproductos de un proceso para que no se liberen al medio ambiente.

El dispositivo consta de un gran tanque con una tapa móvil. A medida que el depósito de gas se llena, la parte superior se desplaza con él, manteniendo la presión. Los contenedores de gas históricos a veces usaban un diseño de tanque telescópico con dos partes que podían acercarse y separarse más en lugar de una parte superior flotante. Los globos flexibles también se pueden utilizar como soportes de gas en algunos entornos. La presión permite que el depósito de gas fuerce el gas hacia las tuberías para que pueda liberarse según sea necesario.

Como artefactos históricos, los depósitos de gas son objetos de interés en algunas comunidades. Por lo general, se alojaban dentro de grandes edificios que podían dominar el paisaje en medio de una ciudad o pueblo. Los tanques en el interior contenían el suministro de gas de la ciudad y lo entregaban a través del sistema de tuberías para proporcionar combustible para la iluminación de gas y otros usos. Estos depósitos de gas han sido desmantelados desde entonces con la llegada de la electricidad, pero las estructuras exteriores permanecen y en algunos casos han sido preservadas por sociedades históricas.

La transición del gas a la electricidad trajo consigo una serie de ventajas de seguridad para las comunidades, y el uso de gas para la iluminación es extremadamente raro en la era moderna. La iluminación de gas histórica puede mantenerse como un objeto de curiosidad en algunas comunidades, particularmente en aquellas que desean conservar su carácter histórico, pero no es un modo principal de iluminación en las calles o en el hogar. En consecuencia, no hay necesidad de un gran depósito de suministro de gas local.

En entornos industriales, se puede utilizar un depósito de gas para mantener la presión ambiental en un sistema. Puede ayudar a que el sistema permanezca estable incluso si hay fluctuaciones ambientales. Los depósitos de gas atrapan el exceso de gas para evitar explosiones y pueden crear un depósito temporal si es necesario. También pueden instalarse sobre equipos como digestores de desechos orgánicos para atrapar el metano y otros gases a medida que se liberan. Estos gases se pueden quemar como combustible, lo que los hace económicamente útiles para atrapar, y también son contaminantes potenciales, por lo que es importante evitar su escape con un recipiente de gas.