En un esfuerzo por combatir las bacterias y los gérmenes, los desarrolladores crearon lámparas ultravioleta (UV) con un bulbo germicida. Estas bombillas emiten una luz ultravioleta de bajo vataje para desinfectar todo, desde equipos médicos hasta agua y alimentos. Este uso único de la luz viene en bombillas de baja y media presión, según el trabajo. Estas bombillas son de gran ayuda para muchas industrias, pero plantean varios peligros para la salud de los seres humanos que las utilizan.
Una bombilla germicida no se ve muy diferente de las bombillas fluorescentes tradicionales que se utilizan para la iluminación. No son las bombillas largas y blancas que se encuentran en los edificios, sino que se parecen más a las pequeñas bombillas fluorescentes de las lámparas de escritorio que se encuentran en muchas oficinas. Estas bombillas funcionan con muy poca energía y, a menudo, requieren menos de cinco vatios por bombilla.
Una bombilla germicida de baja presión se crea a partir de cuarzo, no de vidrio, y produce un tipo de luz que es muy diferente a la de su prima fluorescente. El alambre metálico enrollado dentro de la bombilla, conocido como arco de mercurio, permite que la luz ultravioleta pase sin modificaciones. Cuando funciona, la bombilla emite muy poca luz visible.
El desinfectante ultravioleta de baja presión producido por un bulbo germicida se utiliza principalmente para eliminar los microbios dañinos de las herramientas quirúrgicas del hospital. También son utilizados por la industria alimentaria durante la preparación de alimentos para garantizar que los artículos estén libres de gérmenes. Los geólogos también utilizan bombillas de baja presión cuando buscan ciertos minerales, porque a menudo tienen un brillo fluorescente bajo la luz ultravioleta.
Un bulbo germicida de presión media es menos común que el bulbo de baja presión. Una razón por la que no se usa con tanta frecuencia es por su mayor concentración de poder. Su haz de luz ultravioleta más fuerte también se ve diferente, produciendo un brillo ligeramente azulado.
El uso principal de las lámparas ultravioleta de presión media es la purificación de agua. Durante los procesos industriales de saneamiento del agua, como el que se utiliza en una instalación de tratamiento de agua, el agua pasa por debajo de estos bulbos intensos para despojarla de cualquier impureza. Esta se considera una opción más segura que tratar el agua con productos químicos para hacer el mismo trabajo.
Los bulbos germicidas son útiles de muchas maneras, pero los humanos deben tener cuidado con ellos. La principal preocupación es la exposición de la piel a esta luz ultravioleta cruda, ya que puede causar fácilmente quemaduras solares y, si la piel se expone durante mucho tiempo, podría causar cáncer de piel. Otro riesgo es el daño de la retina al mirar dentro del bulbo. La luz puede quemar la córnea y causar graves daños. Las personas que manipulan bulbos germicidas deben tomar muchas precauciones para evitar estos efectos nocivos.