Aunque no podemos vigilar a nuestros hijos cada segundo, queremos mantenerlos a salvo. Sin embargo, eso no siempre es fácil, especialmente cuando no están a la vista. Al menos sabemos cuándo están protegidos en casa, ¿verdad? No necesariamente, especialmente si sus hijos tienen acceso a una computadora. Los depredadores en línea pueden estar al acecho en cualquier lugar y lo que no sabemos puede dañarnos a nosotros y a nuestros hijos. A continuación, se ofrecen algunos consejos para proteger a los niños mientras están en línea.
Mantenga las computadoras en un área central de la casa: en lugar de mantener la computadora en la habitación de un niño, colóquela en un área más poblada de la casa, como una sala familiar o la cocina. Es menos probable que los niños hagan algo que se supone que no deben hacer si toda la familia, especialmente los padres, pueden ver.
Utilice controles parentales: muchos operadores en línea ofrecen controles parentales. Si su operador no lo hace, sería prudente invertir en software de control parental. Esto le permitirá bloquear sitios web, direcciones de correo electrónico y salas de chat desde la computadora de su hijo.
Siempre sepa con quién está hablando su hijo: con la computadora en un área central, será fácil para usted monitorear constantemente el uso de su hijo. Si su hijo está chateando, enviando correos electrónicos o escribiendo en un mensaje instantáneo, haga preguntas. Si no le gusta el tema o la persona con la que está hablando, bloquee a esa persona de la lista de amigos de su hijo.
Sea entrometido: lea correos electrónicos y blogs. Si su hijo sabe que usted estará al tanto de estas áreas de su vida, es menos probable que hable con personajes desagradables o haga algo que se supone que no debe hacer. Haz tantas preguntas como quieras. Sepa con quién está hablando, de qué está hablando y con qué frecuencia habla con esta persona o visita ese sitio web. Cualquier persona o cosa que no le sienta bien debe bloquearse.
Participe: nunca permita que su hijo programe reuniones con amigos en línea a menos que se le permita acompañarlo.
Nunca permita secretos: su hijo debe saber que nunca está bien guardar secretos. Nadie, ni un amigo, un familiar de confianza, un niño o un adulto debe pedirle que guarde secretos. Si alguien le pide que guarde un secreto, debe hacérselo saber de inmediato.
Esté atento a las señales: ¿su hijo oculta inmediatamente lo que está haciendo cuando ingresa a la habitación? ¿Sale de la página que está viendo o te oculta sus chats? ¿Está borrando su historial informático? Esté atento a comportamientos sospechosos y trátelos de inmediato.
Limite el tiempo de la computadora: permita que la computadora se use solo durante un cierto momento del día, preferiblemente cuando esté en casa. Si esto significa que usted es el único que puede mantener la contraseña de la cuenta, que así sea.
Siempre es una buena idea mantener abiertas las líneas de comunicación. Su hijo debe saber qué tipo de comportamiento es apropiado y no debe tener miedo de hacer preguntas sobre cosas que no comprende. No tenga miedo de hacer tantas preguntas que alienará a su hijo. Es mejor ser padre y saber lo que está pasando, que ser un amigo y no saberlo. Lo importante es saber todo lo que hace su hijo cuando está en línea. Si esto la molesta, lo superará. Un día incluso podría agradecerle.
Un último consejo es enseñar; si explica que las razones de las reglas son legítimas, es más probable que su hijo las cumpla.