¿Qué implica la gestión de redes informáticas?

La administración de redes de computadoras generalmente implica el uso y la supervisión tanto de hardware como de software para garantizar que la comunicación y la transferencia de datos entre máquinas sea estable y confiable. Se pueden usar diferentes programas para configurar y monitorear redes, y los sistemas más complejos a menudo requieren un software elaborado para administrarlos. El hardware que forma una red, incluidas las distintas computadoras y servidores, así como los cables de red y otras conexiones físicas, con frecuencia puede necesitar mantenimiento y reparaciones. La administración de redes de computadoras generalmente se establece y mantiene mediante el uso de un modelo de red que establece cómo se ejecuta un sistema y guía a los profesionales de tecnología de la información (TI) a través de problemas posteriores.

El software es uno de los elementos principales de la gestión de redes informáticas, ya que los programas se utilizan normalmente para supervisar y organizar las comunicaciones informáticas. Los gerentes de TI a menudo miran diferentes software para ver qué programas son los más efectivos para lidiar con los problemas que probablemente enfrentarán. Luego, eligen y configuran estos programas para supervisar la estabilidad y la actividad en una red, usándolos a menudo tanto para la organización como para la seguridad. A través de la administración de redes de computadoras, los profesionales de TI pueden lidiar mejor con los problemas que puedan surgir y evitar que ocurran muchos en primer lugar.

El hardware también es un aspecto importante de la gestión de redes informáticas, ya que incluso el mejor software es inútil sin máquinas en las que ejecutarlo. Los dispositivos físicos conectados entre sí como parte de una red a menudo incluyen numerosas computadoras, servidores u otros hosts de datos, y recursos compartidos como impresoras o escáneres a los que pueden acceder diferentes usuarios. Todos estos dispositivos deben configurarse y mantenerse correctamente a través de una administración adecuada de la red informática, para garantizar que no haya tiempo de inactividad y que los datos sean accesibles. Esto puede requerir una gran cantidad de mantenimiento físico, monitoreo de software para buscar problemas potenciales y la instalación de actualizaciones con bastante regularidad.

La creación y el uso de un modelo de red a menudo simplifica la administración de la red informática, ya que proporciona pautas para un equipo de TI. Este modelo puede ser bastante simple y, a menudo, proporciona a los profesionales de TI un esquema de los principales objetivos que deben alcanzarse. Los modelos más complejos pueden incluir métodos mediante los cuales se pueden cumplir estos objetivos e instrucciones generales sobre la supervisión y el mantenimiento de la red durante su vida útil. Las organizaciones de tecnología han creado numerosos modelos establecidos, que a menudo sirven como borrador o base sobre la cual expandirse. Estos modelos a menudo garantizan que todos los que trabajan en un equipo tengan una visión y un objetivo únicos para la gestión de redes informáticas.