La idea central detrás de la virtualización es hacer que parezca que el hardware de la computadora tiene mayores capacidades de lo que realmente tiene. Hay muchas formas de lograr esto, por lo que debe tener en cuenta ciertas cosas al decidir la mejor estrategia de virtualización para sus necesidades. Para elegir la mejor estrategia, considere si su red informática ha experimentado un aumento repentino en la cantidad de servidores utilizados, cuánto dinero está disponible para gastar en virtualización y cuánto control necesita sobre los recursos.
La virtualización en el campo de las computadoras existe desde hace mucho tiempo. Los primeros mainframes utilizaban técnicas de paginación para la virtualización del almacenamiento, es decir, la memoria principal. El almacenamiento auxiliar o en disco se virtualizó mediante el uso de redes de área de almacenamiento (SAN) y almacenamiento adjunto en red (NAS). La virtualización se ha ampliado para incluir recursos informáticos y de red. Desde un gran servidor de virtualización, se pueden crear muchos otros servidores que ejecutan diferentes sistemas operativos. Se puede asignar una parte de la red disponible y todo esto se hace a través del software de virtualización.
Una estrategia de virtualización puede consistir en reemplazar muchos servidores discretos, cada uno de los cuales ejecuta un sistema operativo y una o algunas aplicaciones, por unos pocos servidores de virtualización grandes. La belleza de esta estrategia de virtualización implica ahorrar espacio en el centro de datos y otros gastos generales de recursos como energía, caídas de red y aire acondicionado. Esta estrategia de virtualización es la mejor para las organizaciones que han experimentado una expansión descontrolada de servidores durante las rachas de crecimiento y por la adquisición de otras empresas.
Otra estrategia de virtualización implica el uso de la computación en la nube. La computación en la nube es cuando un gran centro de datos, como una empresa en línea, ofrece servidores de virtualización en régimen de alquiler. Por una tarifa mensual, el cliente puede crear varios servidores con diferentes capacidades, almacenamiento para respaldar bases de datos y otras aplicaciones y una parte del ancho de banda de la red.
La ventaja de esta estrategia de virtualización es el bajo costo, porque solo se facturan los recursos que se necesitan para respaldar las aplicaciones. La desventaja es que su organización no tendrá el control total de los recursos. Esta estrategia de virtualización significa confiar en otra empresa u organización para mantener las máquinas virtuales en funcionamiento todo el tiempo. Como resultado de esto, se ha desarrollado la tendencia de mantener las aplicaciones de misión crítica internas y las aplicaciones administrativas en la nube. Las excepciones notables a esta estrategia de virtualización son las aplicaciones web que no requieren una disponibilidad sólida.
A medida que pasa el tiempo, es factible que la computación en la nube se vuelva lo suficientemente sólida como para admitir aplicaciones de misión crítica. Sin embargo, un viejo dicho en el campo de la informática es que lo que puede salir mal, saldrá mal, y en los momentos más inoportunos. La mejor estrategia de virtualización tendrá en cuenta estos principios atemporales.