La reducción del acento, en el habla, son estrategias para hacer que los acentos regionales sean menos notables. Una comunidad global cada vez más pequeña significa que personas de muchos países diferentes probablemente interactuarán en un entorno profesional o incluso personal en un momento u otro. Descifrar la comunicación hablada con tantos acentos diferentes puede ser un desafío. La elocución, o modificación del habla, facilita que las personas se entiendan entre sí.
Los empresarios que son sensibles a su forma de hablar y a lo bien que los entienden los demás pueden emprender la reducción del acento. Los actores que desean enmascarar los suyos o aprender un nuevo patrón de habla para un papel también usan estas técnicas. La actriz estadounidense Meryl Streep ha sido especialmente conocida por sus acentos variados y auténticos. Los angloparlantes no nativos pueden buscar capacitación en elocución para que la comunicación en su nuevo idioma sea más clara y tengan más oportunidades profesionales.
El primer paso es encontrar un patólogo del habla y el lenguaje (SLP) calificado o un programa de capacitación. Organizaciones como The American Speech Language Hearing Association pueden recomendar profesionales certificados. Un SLP proporcionará una evaluación exhaustiva, escuchará la fonología del acento en cuestión y diseñará un programa para modificarlo. El enfoque de uno a uno puede ser costoso, pero los planes de pago se pueden discutir antes de comenzar cualquier entrenamiento de reducción de acento. Se pueden encontrar clases tanto en línea como en persona, junto con software y grabaciones.
Una de las cosas que hará cualquier entrenador o clase de reducción de acento es enseñar al hablante a alterar la forma en que se pronuncian las consonantes y vocales. Esto se logra cambiando la forma en que se usan la lengua, la boca y los labios para decir los sonidos. Los ejercicios y la práctica suelen ser la mejor manera de lograr los resultados deseados. Las características adicionales de los acentos son el ritmo del habla y la entonación, junto con los puntos de estrés. Estos también deberán modificarse para adaptarse al nuevo acento.
El enfoque correcto para la reducción del acento puede ser fundamental para mantener la espontaneidad en la conversación. Si bien los actores pueden aprender a decir sus líneas con acento británico, por ejemplo, es mucho más difícil hablar con naturalidad de esa manera. La formación se puede orientar hacia las habilidades de conversación o la lectura de líneas con guiones. Esto último puede beneficiar a los trabajadores de soporte técnico o de servicio al cliente que normalmente se apegan a un conjunto de preguntas y respuestas preestablecidas cuando ayudan a los clientes. Aquellos que buscan alterar sus acentos cuando conversan con personas en un entorno más informal o en una reunión de negocios deben acercarse a un programa de capacitación para reducir el acento con eso en mente.