El análisis de la conversación es un campo de investigación que estudia la interacción del habla, o cómo se usa el habla para realizar acciones sociales. Este campo se desarrolló durante la investigación realizada principalmente por los sociólogos Harvey Sacks y Emanuel A. Schegloff durante las décadas de 1960 y 1970. En el siglo XXI, las técnicas del análisis de la conversación se han utilizado ampliamente en disciplinas lingüísticas y no lingüísticas por igual.
Este campo se basa en el supuesto de que la interacción hablada está ordenada, lo que significa que los hablantes siguen una estructura sistemática que siguen los hablantes. Esta estructura se puede separar de la información específica que se transmite. El análisis de la conversación se ocupa de examinar diferentes estructuras de conversación y cómo se utilizan para lograr objetivos interactivos en diversas situaciones sociales.
En el análisis de conversaciones, un enunciado no solo se ve como un vehículo para comunicar una idea, sino más bien como una herramienta utilizada por el hablante para lograr un objetivo social. Algunos ejemplos de objetivos sociales incluyen presentar una queja, una solicitud o un saludo. Hay espacios específicos en las conversaciones en los que varios enunciados pueden ser apropiados, pero cada enunciado realizaría la misma acción. Por ejemplo, para saludar a un amigo, una persona podría decir: «Hola, ¿qué pasa?» o «Hola, ¿cómo te va?» Se utilizan diferentes palabras, pero se ha realizado la misma acción social, un saludo.
Los investigadores utilizan grabaciones de conversaciones naturales de entornos reales para realizar análisis de conversaciones. Las grabaciones de conversaciones entre dos o más personas hablando como lo harían normalmente son el estándar. Debe haber una mínima interferencia experimental. Estas conversaciones luego se transcriben de una manera muy detallada que refleja pausas, cambios de énfasis y entonación, todos los cuales son detalles importantes.
Una vez que se transcriben las grabaciones, se analizan en busca de patrones utilizando métodos basados en datos y análisis secuencial. La ubicación de un enunciado dentro de una conversación es muy importante; nada puede verse de forma aislada. Los investigadores prestan especial atención al examen de los patrones que rodean la toma de turnos, los pares de adyacencia, la reparación y la organización de preferencias.
Los investigadores emplean el análisis de la conversación en subdisciplinas de la lingüística aplicada, como la sociolingüística interaccional, la psicolingüística y la adquisición de segundas lenguas. También puede ser útil en psicología, como cuando se desarrollan enfoques para la psicoterapia, así como en otros campos. Las aplicaciones prácticas son especialmente útiles para los estudiantes de un segundo idioma. Un ejemplo es el fenómeno japonés de aizuchi: frecuentes interjecciones del oyente, con varias sutilezas que son notoriamente difíciles de aprender para los hablantes no nativos. El análisis de la conversación puede ayudar a detallar las reglas del aizuchi que, de otro modo, sería extremadamente difícil para los alumnos descifrar por sí mismos.