El Análisis Crítico del Discurso (CDA) es un estudio interdisciplinario de todas las formas de comunicación que se centra principalmente en el poder y su relación entre la desigualdad y la sociedad. Se convirtió en una forma importante de análisis comunicativo después de la publicación en 1989 de Language and Power de Norman Fairclough. A diferencia de otras formas de análisis del discurso, su objetivo es utilizar todos los métodos analíticos no solo para describir el discurso, sino también para explicar cómo afecta a sus audiencias objetivo.
Un error común sobre el análisis crítico del discurso es que es un método. En realidad, no es un método, sino un enfoque y una perspectiva específicos para el estudio de los discursos. Lo que hace que el CDA funcione es que toma métodos de análisis tanto sociales como políticos, lo que lo convierte en un campo interdisciplinario, que lo separa de otros tipos de análisis. El practicante del análisis crítico del discurso debe estudiar no solo la comunicación oral y escrita, sino también todas las demás formas de comunicación. Esto incluye, entre otros, películas, gestos, música e imágenes.
El propósito del análisis crítico del discurso es enfocarse en los problemas sociales y políticos, principalmente aquellos que involucran la desigualdad y el dominio del poder. En términos más simples, esto significa que la atención se centra en cómo una fuente de influencia y poder utiliza los métodos de comunicación para influir y legitimar las ideologías dentro de las personas. Revela cómo la fuente de energía manipula y fabrica el consentimiento.
CDA también estudia los grupos sociales, sus diferencias y cómo reaccionan cada uno. Las reacciones de personas de diferentes orientaciones sexuales, clases, grupos de edad, lugares y otros grupos varían según sus propias ideologías. Sus ideologías detrás de los mensajes que se comunican se comparan durante el análisis crítico del discurso.
En lugar de ser una forma puramente descriptiva de análisis del discurso, el objetivo de CDA es explicar. No basta con saber lo que está pasando. Las razones del por qué y el cómo también son importantes. Esto hace que el análisis crítico del discurso sea más proactivo. El objetivo final es cambiar o detener el problema social o político de la desigualdad.
Quienes practican el análisis crítico del discurso aceptan ciertos hechos sobre los temas sociales y políticos. La primera es que el lenguaje y el poder están íntimamente relacionados. La segunda es que el profesional está intrínsecamente sesgado e influenciado por la comunicación que estudia. Por último, el practicante también debe recomendar ideologías y contrapoderes estratégicos.