¿Qué es una falacia del carro?

Una falacia del carro es un tipo de falacia argumentativa que se basa en una apelación a la creencia y el comportamiento populares, no en puntos válidos y lógicos. Un argumento basado en esta falacia generalmente tiene un formato similar a «todos los demás creen esto, por lo que debe ser cierto» o «todos los demás hacen esto, por lo que debe ser correcto». Afirmar que un programa de televisión es bueno porque tiene muchos espectadores, por ejemplo, es un ejemplo de un argumento engañoso porque una alta audiencia no es necesariamente una marca de calidad en sí misma. Esta forma de falacia argumentativa se puede utilizar en muchas situaciones contrarias, como argumentar que una afirmación popular es verdadera o que una afirmación impopular es falsa.

No hay nada intrínsecamente falaz o incorrecto en afirmar que muchas personas creen en una determinada proposición o actúan de determinada manera, siempre que la afirmación sea cierta. Tal afirmación se convierte en una falacia lógica cuando se utiliza como soporte de un argumento. Cuando uno dice «A debe ser verdad, porque más gente cree en A que en A», se utiliza una falacia del carro. No hay nada inherente en las creencias de muchas personas que pueda hacer que una proposición sea verdadera. Cuando uno está convencido por una falacia del carro, elige subordinar su propia habilidad para pensar lógicamente y examinar los hechos a las habilidades de una masa indefinida de otros que supuestamente creen de cierta manera.

Si bien es raro que esta falacia se utilice en un debate formal, estos argumentos todavía se utilizan en muchos entornos, incluidos los argumentos informales y las campañas de marketing. Afirmar que «todo el mundo sabe que esto es cierto» o «nadie cree que haya sucedido realmente» evita que uno proporcione pruebas y soporte para una afirmación, al menos si nadie más involucrado en el argumento exige más pruebas. Una falacia del carro puede ser eficaz porque sugiere que, al desafiar la afirmación, uno está desafiando las creencias de «todos» o de la gran mayoría de las personas. Muchas personas temen parecer poco inteligentes si desafían una creencia que supuestamente tiene la mayoría de la gente.

El marketing y la publicidad a menudo hacen un uso extensivo de la falacia del carro. Afirmar que una determinada marca de un producto es la «más popular» o que un determinado programa de televisión es el «más visto» es un método publicitario común. Las personas que ven este uso de la falacia del carro pueden sentir que, debido a que algo es popular, es bueno y no necesitarán realizar más investigaciones sobre el producto o servicio.