En gramática, el caso acusativo es la forma que toma un sustantivo, pronombre o adjetivo en una lengua flexionada cuando es el objeto directo de un verbo transitivo. Para decirlo en términos sencillos, a veces las palabras se escriben de manera diferente según su función en la oración. Estas variaciones ortográficas sistemáticas se denominan casos de palabras. El sujeto, generalmente la persona o cosa que actúa en la oración, toma la forma nominativa, mientras que el objeto directo, la persona o cosa a la que se le está haciendo algo, toma la forma acusativa. En algunos idiomas, el caso acusativo también puede tener otros usos, pero estos varían mucho de un idioma a otro.
En muchos idiomas, incluidos el esperanto, el griego, el latín, el polaco y el sánscrito, los sujetos y los objetos directos tienen diferentes formas o grafías. Estos idiomas se conocen como idiomas flexionados. Por ejemplo, los sustantivos latinos de primera declinación en caso acusativo terminan en -am en singular y terminan en -as en plural. Independientemente de dónde se encuentre la palabra en la oración, esas terminaciones alertan al lector o al oyente de que esa palabra probablemente sea el objeto directo. Los adjetivos o artículos que modifican el objeto directo y los pronombres que funcionan como objetos directos en estos lenguajes suelen también estar en acusativo.
La mayoría de las lenguas flexionadas tienen más que los casos nominativo y acusativo. A menudo, varios casos diferentes, incluido el acusativo, pueden usarse como objeto de ciertas preposiciones o para expresar varias otras relaciones. El alemán, por ejemplo, utiliza el caso acusativo en determinadas cláusulas temporales. En griego, puede que no haya una razón fácilmente aparente por la cual un objeto de una preposición particular tome el caso acusativo en lugar del caso genitivo o dativo. Al aprender un nuevo idioma, estos usos a menudo deben simplemente memorizarse o adquirirse mediante la exposición repetida.
El inglés moderno, por otro lado, no tiene un sistema de casos completamente formado, por lo que no tiene un caso acusativo verdadero. La ortografía, o forma morfológica, de un sustantivo en inglés generalmente no cambia dependiendo de si es un sujeto o un objeto directo. Por ejemplo, ambos sustantivos de la oración «A María le gustan las jirafas» se escriben de la misma manera que los sustantivos de la oración «Jirafas como María».
Algunos pronombres en inglés cambiarán de forma cuando se utilicen como objetos; por ejemplo, «él» se convierte en «él» y «ella» se convierte en «ella», dependiendo de su función en la oración. A veces se dice que estos pronombres tienen un caso objetivo o un caso oblicuo, que es similar al caso acusativo de otros idiomas. Etiquetar el caso de un pronombre en inglés es útil cuando se discute la diferencia entre «quién» y «quién» u otras situaciones gramaticales potencialmente confusas.