¿Qué es la teología del Apocalipsis?

En la religión cristiana, la revelación describe una comunicación directa entre Dios y la humanidad para que Él revele o transmita verdades espirituales sobre Su naturaleza. La teología de la revelación se refiere a un conjunto de doctrinas formales u opiniones religiosas que intentan definir la naturaleza, el significado y el alcance de la revelación. También intenta distinguir la revelación de otros conceptos religiosos como la inspiración divina y la asistencia divina. Una parte importante de la teología es una defensa no solo de la existencia de la revelación, sino de su necesidad para que el hombre tenga una verdadera comprensión de la naturaleza de Dios.

Aunque la teología de la revelación puede diferir entre varias sectas del cristianismo, hay algunos bosquejos básicos que comparte cada teología. Esta teología generalmente establece primero por qué la revelación como concepto es posible y la naturaleza de la revelación. Una vez demostrada esta posibilidad, se muestra además por qué la revelación es moralmente necesaria para la fe cristiana. Establecida la necesidad de la revelación, las diversas teologías plantean los criterios de lo que constituye una revelación, para distinguirla de otras formas en las que Dios muestra al hombre aspectos de sí mismo. Por lo general, se hace una distinción entre las revelaciones cristianas, que son las que Dios entiende para la Iglesia cristiana como cuerpo, y las revelaciones privadas, que se dirigen a un alma individual.

En la teología de la revelación, la posibilidad de la revelación es innegable si Dios existe como un Dios personal. Habiendo dado al hombre el poder de razonar y comunicar sus pensamientos a otros hombres, Él mismo no podía ser incapaz de comunicarse con Su propia creación. El núcleo de una revelación es que es el discurso directo de Dios al hombre. Las verdades reveladas pueden ser por medios sobrenaturales, porque de otro modo no serían accesibles a la mente humana. Sus comunicaciones pueden realizarse a través de un instrumento mortal, como un profeta.

Como evidencia de la necesidad de la comunicación directa de Dios, la teología de la revelación cita la historia humana y la condición actual del mundo. En un sentido moral, es evidente que la humanidad no puede comprender los principios fundamentales de la ley natural o adquirir el conocimiento necesario para vivir correctamente sin las revelaciones de Dios. Aunque el individuo raro puede descubrir algunas verdades fundamentales sobre la ley natural y espiritual, la revelación es necesaria para que la mayor parte de la humanidad comprenda estas verdades.

Los criterios para determinar una verdadera revelación pueden variar entre las sectas cristianas. Por lo general, debe ajustarse a la doctrina religiosa establecida y a la razón y la ley natural, el sentido inherente del bien y el mal inculcado en el hombre por Dios. Debe haber una convicción interna de la verdad de la doctrina revelada y que refleja las mayores aspiraciones del hombre. Sus beneficios para la vida pública y privada deberían ser obvios.

La teología se distingue de las revelaciones cristianas y privadas. Las revelaciones cristianas son comunicaciones de Dios para el beneficio de toda la Iglesia cristiana como cuerpo. Estas son revelaciones que Dios dio a conocer a través de su Hijo, Jesucristo, y a través de los Apóstoles de Cristo. La fe cristiana también reconoce que se hacen revelaciones privadas a las almas individuales favorecidas por Dios. Estas revelaciones son aceptadas siempre y cuando no haya nada en ellas que contradiga la doctrina establecida o que socave la fe de otros.