El acoso en un entorno hostil es un acoso físico, verbal o sexual no deseado, y a menudo ilegal, en el lugar de trabajo, el aula u otro entorno profesional. Si una persona intenta bloquear repetidamente los movimientos de otro empleado, lo empuja o toca repetidamente al otro empleado con hostilidad, esto puede clasificarse como acoso en un ambiente hostil. Lo mismo ocurre con el acoso sexual con abrazos no deseados, obsequios sexualmente sugerentes o bromas. El acoso verbal también puede contribuir o convertirse en este tipo de acoso, ya sea que una persona intente ofender intencionalmente o no. Este tipo de acoso generalmente debe tener lugar en un entorno profesional e interferir con las operaciones normales del lugar de trabajo o el aprendizaje para ser considerado acoso en un entorno hostil.
El acoso sexual en el lugar de trabajo o en la escuela puede crear un entorno hostil, ya sea que el acoso sea evidente o sutil. Este tipo de acoso puede ser tan casual como bromas sexuales, coqueteo leve o gestos inapropiados con las manos que hacen que otra persona se sienta incómoda e incapaz de trabajar o aprender correctamente. El acoso sexual también puede ser tan flagrante como besos y toques forzados, hacer comentarios sugerentes sobre el cuerpo de la otra persona o pedirle una cita a una persona repetidamente. A veces, este tipo de acciones no son obviamente desagradables o no se consideran inapropiadas, pero aún pueden considerarse una contribución a una situación de acoso en un entorno hostil si el comportamiento generalmente se considera fuera de la norma o si el destinatario declaró claramente que no le gustaba. el comportamiento.
El acoso verbal también puede ser sutil o flagrante. Hay varias formas de comunicación que pueden considerarse verbales, como mensajes de texto, llamadas de teléfonos móviles y correo electrónico. Al igual que el acoso sexual, el contexto se considera al juzgar si una broma, una declaración o un comentario se considera acoso. Si el abuso verbal interfiere con el trabajo o el desempeño escolar del empleado o del estudiante de alguna manera, también se puede clasificar como acoso en un ambiente hostil. Al igual que el acoso sexual, el acoso verbal a menudo es ilegal, aunque la legalidad depende de la región y la situación específicas.
El acoso físico en el lugar de trabajo o en la escuela también puede ser perjudicial para otras personas y su desempeño. Algunos ejemplos de acoso físico que pueden caer bajo el acoso en un ambiente hostil son empujar, jalar o bloquear el camino de alguien. También puede contribuir golpear o rozar repetidamente a alguien de una manera obviamente intencional. Una vez más, el contexto, la intención y los resultados del comportamiento son los más importantes a la hora de determinar si las acciones pueden denominarse acoso en un entorno hostil.