La mejor manera de probar el acoso de género en el lugar de trabajo es mantener registros sobre los incidentes de acoso o solicitar testigos que puedan haber visto un comportamiento inapropiado. También es muy útil configurar una documentación clara; una persona que sufre acoso debe informarlo a un supervisor y solicitar un informe por escrito, para que esta información esté disponible si el problema surge en el futuro. Las personas también pueden encontrar útil alertar a otros compañeros de trabajo sobre el problema y pedirles ayuda.
El acoso de género puede incluir una variedad de actividades, todas las cuales implican hacer que una persona se sienta incómoda debido a su sexo o género. Algunos ejemplos podrían incluir tocar inapropiadamente a mujeres en el lugar de trabajo, hacer comentarios ofensivos a empleados transgénero sobre sus cuerpos o presionar a un compañero de trabajo o subordinado para que participe en actividades sexuales. Los dos tipos más comunes de acoso de género en el lugar de trabajo son el acoso quid pro quo y el acoso laboral hostil.
En los casos de quid pro quo, alguien sugiere que otra persona recibirá un tratamiento o beneficios especiales a cambio de permitir el contacto íntimo. Por ejemplo, un supervisor puede prometer un ascenso a un empleado que acepta tener una cita. El acoso en un entorno de trabajo hostil implica situaciones en las que una persona se siente incómoda en el trabajo con lenguaje ofensivo, burlas verbales o contacto físico no deseado.
A veces, el acoso de género en el lugar de trabajo se presenta en forma de cosas como llamadas telefónicas, correos electrónicos, mensajes de texto o notas. Estos son fáciles de usar como prueba porque la víctima puede aferrarse a ellos. Antes de entregarlos a un supervisor, es una buena idea hacer copias. Si un acosador no deja un rastro de papel conveniente, un empleado podría crear uno. Un empleado transgénero que recibe comentarios inapropiados sobre sus genitales podría, por ejemplo, enviar un correo electrónico al delincuente, con copia a un supervisor, diciendo que se siente incómodo con los comentarios y que quiere que se detengan. Esto crea una documentación clara de un incidente y alerta al supervisor sobre el problema.
Las personas que sufren acoso de género en el lugar de trabajo también pueden buscar testigos para proporcionar pruebas. Si alguien está participando en un comportamiento de acoso, la víctima puede asegurarse de que haya otras personas cerca durante las interacciones interpersonales, de modo que otra persona esté presente si el agresor hace algo inapropiado. Cuando hay testigos presentes durante un incidente, la víctima puede pedirles que escriban lo que vieron y puede usar esto como evidencia cuando se prepara para presentar una queja o llevar un asunto de acoso de género en el lugar de trabajo a los tribunales.