Los derechos intelectuales son el derecho del creador a retener, vender o regalar la totalidad o parte de su propiedad intelectual. Esta designación generalmente incluye cualquier trabajo producido mentalmente, como libros, pinturas, logotipos de empresas y grabaciones musicales. Se aplican diversos tipos de derechos a cualquier trabajo determinado.
La protección que brindan los derechos intelectuales suele dividirse en dos áreas: ciencia e industria y artes. Los derechos intelectuales asociados con la ciencia y la industria suelen denominarse patentes, marcas comerciales y registro de diseños. Dentro de las artes, los derechos intelectuales generalmente están protegidos por derechos de autor.
En muchas grandes corporaciones o departamentos gubernamentales, la organización se apropia de los derechos intelectuales de un trabajo producido mentalmente. El individuo a menudo firma un acuerdo que prohíbe al creador poseer los derechos de su creación mientras sea empleado de la organización. Casi cualquier cosa dentro de las artes creadas por la mente humana pertenece típicamente a ese creador, oa cualquiera a quien el creador asigna esos derechos. Los esfuerzos artísticos protegidos van desde la palabra hablada hasta rutinas de mímica, artículos de revistas y pinturas al óleo.
El titular de los derechos de propiedad intelectual sobre una obra creativa puede vender, transferir o legar parte de los derechos sobre su obra. Muchas publicaciones impresas compran solo los primeros derechos de un artículo, por ejemplo, lo que significa que el autor puede vender los derechos de reimpresión de otra publicación más adelante. Un productor de películas puede vender derechos de distribución de películas a varias empresas de distribución ubicadas en diferentes países. Un comediante puede permitir que un canal premium transmita su rutina, pero prohíbe que una cadena lo haga. Un grupo musical puede vender derechos de grabación a una entidad, mientras vende derechos de mercadería a otra.
Los derechos intelectuales incluyen la protección del buen nombre de un creador y la integridad y singularidad de la propiedad intelectual. Estos derechos a menudo son difíciles de hacer cumplir, especialmente cuando el capital intelectual se encuentra en formatos fácilmente duplicables, como música digital, videos y contenido web. Los propietarios de derechos intelectuales a veces deben presentar una protesta en virtud de la Ley de derechos de autor del milenio digital.
Las organizaciones nacionales y mundiales supervisan el registro y la protección de la propiedad intelectual, aunque en muchas áreas, las culturas tradicionales aún están desprotegidas. La mayoría de los países tienen departamentos específicos para supervisar la protección de los derechos de capital intelectual, por ejemplo, la Oficina de derechos de autor de los Estados Unidos. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, conocida como OMPI, es una agencia de las Naciones Unidas. En general, la OMPI fomenta la creatividad a escala mundial, promoviendo el desarrollo de ideas, obras artísticas e invenciones científicas e industriales.