Una ficción jurídica es una presunción de hechos que tiene por objeto facilitar la resolución equitativa de una situación jurídica. Las ficciones legales se asumen por conveniencia o cuando un caso no podría resolverse sin adoptar dicha ficción. No pueden utilizarse para contradecir la ley o obstaculizar la justicia.
Cuando un tribunal adopta una ficción jurídica, o hace una suposición basada en la información disponible en un caso o presume un hecho para facilitar la audiencia del caso. A veces, la afirmación no es verdadera, pero se supone que lo es a los efectos del tribunal. Las personas tienen la oportunidad de desafiar la suposición si creen que resultaría en un error judicial.
Hay una serie de situaciones en las que puede ser necesario crear una ficción legal para aplicar la ley o resolver un caso. No es raro usar una ficción legal para evitar un manejo engorroso y tortuoso de un caso en los tribunales. Si se puede presumir que un hecho es cierto para los propósitos de la corte, se puede hacer avanzar el caso de manera más eficiente hacia una resolución rápida y adecuada.
Un ejemplo clásico es la personalidad corporativa. Antes del desarrollo generalizado de las corporaciones, si las personas tenían quejas legales con las empresas, podían demandar directamente a los propietarios o socios. Una vez que las empresas comenzaron a constituirse, no había ninguna persona a la que demandar, por lo que se creó la ficción legal de la personalidad corporativa para proporcionar a los demandantes a alguien contra quien entablar una demanda.
Otra situación surge en las adopciones. Cuando se procesan los trámites de adopción, los padres biológicos del niño se convierten, a efectos legales, en extraños, mientras que los padres adoptivos se convierten en los padres del niño. Esta ficción legal no borra la conexión genética entre el niño y los padres biológicos. Facilita el proceso de adopción, proporcionando a los padres adoptivos derechos y responsabilidades relacionados con el niño.
El manejo de testamentos y sucesiones también puede involucrar ficciones legales. Una situación que puede causar problemas con el manejo de un patrimonio es la muerte simultánea, en la que las parejas mueren juntas en accidentes o catástrofes. Si el contenido de los testamentos entra en conflicto entre sí, se debe tomar una determinación para decidir cuál murió primero y cuál tiene prioridad. Dado que no es posible averiguar literalmente qué persona murió primero, el tribunal crea una ficción legal para que las propiedades se puedan distribuir de manera adecuada.