¿Qué es un Bailor?

Un fiador es una persona que retiene el título de propiedad mientras se lo da a otra persona para su custodia física. Hay una amplia gama de situaciones en las que puede surgir una fianza, como por ejemplo, cuando alguien deja un automóvil con un mecánico para que lo afine. En este caso, el conductor es el fiador, ya que el automóvil pertenece legalmente al conductor mientras que el mecánico tiene el automóvil en custodia física para el servicio acordado. Las leyes que rodean la fianza pueden volverse complejas.

Como regla general, el depositario, la persona que toma el control de la propiedad, se compromete a cuidar la propiedad de manera razonable y devolverla. La propiedad puede ser devuelta cuando finaliza un servicio, al final de un período de tiempo establecido, o a pedido del fiador. La excepción a esta regla es un caso en el que un depositario tiene un derecho de retención sobre la propiedad, donde la propiedad puede ser retenida si el fiador no cumple con los términos de un contrato.

La ley distingue entre casos en los que se considera a las personas específicamente para actuar como depositarios y situaciones en las que las personas se convierten en depositarios como resultado de las circunstancias. A un banco, por ejemplo, se le paga por guardar objetos de valor en cajas de seguridad y se le exige un alto nivel de atención porque ofrece un servicio de fianza. Por otro lado, una tintorería que acepta la custodia temporal de la ropa por necesidad para limpiarla está sujeta a normas menos estrictas.

Otras consideraciones legales incluyen cuándo la propiedad puede considerarse abandonada por ley y qué sucede cuando alguien encuentra propiedad robada o perdida y actúa como depositario por accidente. Estos problemas pueden surgir en casos judiciales cuando surgen cuestiones de responsabilidad, como por ejemplo, si alguien demanda a alguien por no cuidar adecuadamente la propiedad mientras estaba bajo custodia.

En los acuerdos comerciales formales, se firma un contrato para especificar los derechos y responsabilidades de ambas partes. Es aconsejable leer los contratos con atención para asegurarse de que se entienden. En el ejemplo de un mecánico anterior, por ejemplo, el mecánico puede garantizar la seguridad del vehículo, pero no ofrecerá tales garantías para los objetos que se dejen dentro del vehículo. Es importante comprender dónde reside la responsabilidad para que un fiador sepa qué se puede hacer y qué hacer en caso de un problema.