La manipulación de testigos es el término legal asociado con el delito de intentar interferir con el testimonio de un testigo. Tanto los demandantes como los acusados utilizan el testimonio de testigos como prueba en casos penales y civiles. Por lo tanto, interferir con el testimonio de un testigo puede interferir con un proceso penal o un caso civil y es punible por ley para proteger la integridad del sistema judicial.
El testimonio de un testigo es importante para probar un caso en muchas situaciones. Por ejemplo, un testigo ocular puede informar sobre su percepción de los hechos que ocurrieron. Este testimonio de testigos oculares puede, a veces, ser suficiente para condenar a un criminal o para probar un caso de manera concluyente.
Un testigo también puede servir como un testigo de carácter, que testifica sobre las cualidades personales del demandante o del acusado. Alternativamente, un testigo puede funcionar como testigo experto. Un perito no tiene conocimiento personal sobre el hecho o las personas involucradas, pero está calificado para emitir una hipótesis u opinión sobre lo ocurrido en función de su condición de perito dentro de un campo determinado.
Los testigos son muy importantes porque pueden ayudar a reconstruir eventos cuando hay desacuerdo sobre lo que ocurrió exactamente en una situación determinada. Los testigos pueden ayudar a un tribunal o jurado a determinar si se cometió un delito y quién lo cometió. Como resultado, la manipulación de testigos es un delito grave, punible con hasta 20 años de cárcel en algunos casos si la manipulación implicó el uso de la fuerza física.
Cuando una persona se involucra en la manipulación de testigos, la persona que realiza el comportamiento ilegal intenta alterar o coaccionar el testimonio de un testigo utilizando medios ilegales. En otras palabras, puede implicar contactar a un testigo y amenazar a la familia del testigo con daño físico si el testigo testifica en un caso penal. La manipulación de testigos también puede implicar el soborno de un testigo. Por ejemplo, un acusado en un caso penal o una demanda civil puede ofrecer pagarle a un testigo para que mienta por él en el estrado.
En los Estados Unidos, la manipulación de testigos está establecida como un delito federal en virtud del estatuto 18 USC § 1512. El estatuto define este delito como «manipulación de un testigo, víctima o informante». Una persona acusada de manipular a un testigo también puede ser acusada de otros delitos, como coacción, soborno o extorsión. Todos estos delitos relacionados pueden adoptar la forma de alentar a un testigo a cambiar su testimonio por medios ilícitos. Cada uno de estos delitos relacionados conlleva posibles sanciones además de la manipulación de testigos.