En el mundo de las matemáticas, un «factor X» es una cantidad desconocida que solo se conoce después de seguir un proceso prescrito. Este concepto de una cualidad desconocida pero vital también se extiende a otros mundos, como los negocios y el entretenimiento. Los entrevistadores y jueces a menudo hablan de un «factor X» cuando consideran una cantidad de candidatos para un solo puesto vacante. En este sentido, el término se utiliza para representar una cierta cualidad indefinible que puede promover a un candidato sobre otro a los ojos de sus críticos o examinadores. Esto es algo que rara vez se incluye en la descripción del trabajo, pero los candidatos que lo poseen tienen más probabilidades de sobrevivir a los primeros recortes durante el proceso de selección.
El factor X para un actor o actriz podría ser un fuerte atractivo sexual o una sensación de misterio, por ejemplo. El director de casting puede reunir a 200 actrices jóvenes y atractivas para una audición de convocatoria de ganado, pero solo un puñado puede poseer la calidad especial de Marilyn Monroe o Angelina Jolie. Cientos de actores pueden hacer una audición para el papel del maestro espía James Bond, pero muy pocos pueden tener el aire de misterio requerido para una interpretación exitosa. Muchos directores de casting y productores son muy conscientes del factor «eso» particular que buscan durante el proceso de audición.
En el mundo empresarial, el factor X podría ser una cantidad significativa de carisma personal o un aire de ambición. Estas cualidades serían difíciles de cuantificar, pero los empleadores y los especialistas en recursos humanos generalmente pueden separar a los candidatos que la tienen de los que no la tienen. El puesto puede requerir un alto nivel de diplomacia o discreción o encanto personal, cualidades que generalmente se consideran factores clave durante el proceso de entrevista.
Esta cualidad definitivamente se convierte en una consideración al juzgar eventos de talento competitivos. Todos los concursantes pueden demostrar habilidades competentes de canto y baile, y pueden comunicar una canción a la audiencia. Sin embargo, solo unos pocos cantantes poseen ese algo especial que los impulsaría al aire enrarecido del súper estrellato. El factor X podría ser una personalidad fuerte o un sentido artístico al interpretar la música. Cuando los concursantes en un concurso creativo son bastante iguales en términos de entrenamiento y habilidad, a menudo se reduce a esa cualidad indefinible antes de que se pueda determinar un ganador.