Una bomba indirecta es una bomba que lleva alguien que no está afiliado a la causa por la que se supone que avanza la bomba. Estas personas inocentes se ven obligadas a llevar bombas mediante una variedad de tácticas coercitivas y, en algunas regiones del mundo, las bombas indirectas son una seria amenaza. Esta técnica supuestamente se desarrolló en el Ejército Republicano Irlandés (IRA) en la década de 1990, extendiéndose desde allí a las guerrillas de las FARC en Colombia, los talibanes en Afganistán, Al-Qaeda en el Medio Oriente y otras organizaciones revolucionarias.
Los bombarderos indirectos funcionan de forma muy similar a los terroristas suicidas. Pueden llevar la bomba sobre sus personas o verse obligados a conducir un coche bomba a un lugar determinado. La bomba puede ser detonada de forma remota, disparada por el bombardero o puesta en un temporizador que dispara la bomba en un determinado lugar o momento. En todos los casos, el bombardero proxy muere debido a su proximidad a la bomba.
Inicialmente, una persona obligada a actuar como bomba indirecta puede ser descartada como terrorista suicida, hasta que la investigación revele el hecho de que en realidad fue coaccionada. La técnica más común para coaccionar a alguien para que actúe como una bomba indirecta es el secuestro, en el que los secuestradores retienen a la familia de alguien como rehén hasta que él o ella acceda a entregar la bomba. La coacción también puede tomar otras formas, con el objetivo final de los terroristas de infundir tanto miedo que la persona sienta que no tiene otra opción.
La ventaja de usar una bomba indirecta es que la persona no será vista con sospecha cuando pase por los puntos de control. Los miembros de organizaciones militantes y terroristas pueden ser señalados por las fuerzas del orden, incluso si no se pueden probar sus vínculos con actividades ilegales, por lo que estarían sujetos a escrutinio al pasar por áreas vulnerables. Sin embargo, una bomba indirecta parece completamente inocente, a veces pasa sin ser detenida y, por lo tanto, penetra en un área sensible donde la bomba puede causar un gran daño.
El uso de bombas indirectas atrajo mucha atención en la década de 1990, cuando se utilizaron en varias campañas del IRA con efectos devastadores. Sin embargo, estos planes terminaron fracasando, ya que la opinión pública se volvió contra el IRA, ya que muchas personas se sorprendieron por la táctica de la bomba indirecta. Esto no ha detenido la expansión de la técnica a otras áreas problemáticas del mundo, desafortunadamente, pero sigue siendo relativamente rara.