Hay varias cosas que definen la acidosis, pero la más reveladora se toma en lo que se llama gasometría o simple análisis de sangre de una arteria. En esta prueba, se mide el pH de la sangre y si el pH desciende por debajo de 7.35, una persona se considera acidótica. Del mismo modo, un pH superior a 7.45 se considera alcalosis. Esta condición puede ocurrir en numerosas circunstancias y sin tratamiento puede causar un gran daño al cuerpo.
Las personas con mayor probabilidad de tener sangre ácida incluyen aquellas con problemas respiratorios o con daño renal o hepático. Esencialmente, el cuerpo produce más ácido del que puede eliminar, lo que resulta en sangre demasiado ácida. En la acidosis respiratoria, el cuerpo no puede eliminar el dióxido de carbono en cantidades adecuadas y esto puede cambiar los «gases en sangre» para mostrar acidosis. Alguien con hiperventilación persistente podría volverse acidótico brevemente, y varias enfermedades pulmonares o deterioro pulmonar pueden provocar la afección. A veces, estar en un respirador en un hospital durante largos períodos de tiempo puede resultar en versiones respiratorias o pulmonares de esta afección, por lo que los que usan respiradores se controlan los gases en sangre con regularidad.
Otras cosas que pueden causar niveles ácidos en la sangre incluyen hacer que el cuerpo se muera de hambre, lo que puede hacer que el cuerpo concentre el ácido y no pueda deshacerse de él. Ciertos venenos también pueden resultar en un estado acidótico. Algunas afecciones, especialmente la diabetes, son indicadores de la causa de esta afección y, si no se tratan, pueden progresar a lo que se denomina acidosis metabólica.
Los síntomas de las formas metabólicas de esta afección pueden incluir respiración rápida profunda, dolor en el pecho, dolor en los huesos, debilidad muscular y, en última instancia, arritmias, coma, convulsiones o reducción drástica de la presión arterial. Cuando esta condición está presente, generalmente los pulmones intentan compensarla, de ahí la respiración profunda. En última instancia, esto fallará y las personas necesitarán tratamiento por otros medios para abordar la afección.
La mayoría de los tratamientos para esta afección tienen como objetivo cambiar el nivel de pH en la sangre para que esté dentro de los estándares normales. Para casos menores, las personas simplemente pueden tomar sustancias de bicarbonato de sodio para reducir los niveles de ácido. A veces, las personas con acidosis grave requieren bicarbonato de sodio por vía intravenosa (IV) para que la sangre vuelva rápidamente a los niveles normales de ácido.
Un tipo común de acidosis que se observa en personas con diabetes tipo I es la cetoacidosis. La falta de insulina puede hacer que el cuerpo descomponga las grasas, lo que hace que el cuerpo acumule cetonas y ácido adicional. Estos pueden cambiar el nivel de pH de la sangre y elevar los niveles de glucosa en sangre. Los medios adecuados para abordar este problema son la administración de insulina y la reposición de líquidos. Esto puede ayudar a restablecer el equilibrio normal de acidez en la sangre.