La artritis viral es una forma de artritis causada por una infección con un virus. Al igual que otras formas de artritis, esta afección se caracteriza por dolor, hinchazón y debilidad en las articulaciones. A menudo se resuelve por sí solo, aunque existen algunas opciones de tratamiento para que los pacientes se sientan más cómodos y para reducir el riesgo de daño a largo plazo como resultado de un ataque de artritis viral. Esta condición es especialmente común en los niños, pero puede aparecer en todas las edades.
Muchas personas han notado que algunos tipos de infecciones virales se acompañan de dolor en las articulaciones. El dolor en las articulaciones es causado por la reacción del sistema inmunológico al virus, con ciertos compuestos que se filtran al líquido sinovial que rodea las articulaciones y causan dolores y molestias. En la artritis viral, las articulaciones se inflaman como resultado de la respuesta inmunitaria y el dolor se vuelve más persistente y severo.
En algunos casos, la artritis viral acompaña a una infección, lo que facilita su identificación, y el tratamiento de la infección generalmente también resuelve la artritis. Otros casos pueden presentarse después de que una infección haya sido tratada y eliminada con éxito. Un médico puede diagnosticar la artritis con una entrevista con el paciente, en la que el paciente puede mencionar la infección viral reciente y el médico puede confirmar que el problema es la artritis viral. Esta condición también puede surgir como respuesta a algunas vacunas, especialmente a la rubéola.
Se puede permitir que los casos leves de artritis viral sigan su curso. Sin embargo, un médico puede recetar medicamentos antiinflamatorios para reducir la inflamación y la hinchazón para mantener al paciente más cómodo, y también se pueden recomendar analgésicos. También se puede alentar al paciente a que descanse, beba muchos líquidos y coma bien para sostener el cuerpo mientras sana. Una vez que la artritis desaparece, los estiramientos y ejercicios suaves pueden ayudar a resolver la rigidez persistente en las articulaciones.
En casos raros, el líquido sinovial en realidad se infecta, lo que requiere cirugía para drenar el líquido infectado. Cuando la artritis viral se vuelve séptica, el paciente puede notar que las articulaciones están inusualmente dolorosas, calientes o rígidas, y pueden aparecer rojas e inflamadas. Un médico puede tomar una muestra del líquido para verificar si hay infección y decidir si es necesario drenar el líquido o no.
Los pacientes deben saber que esta afección a veces puede causar daños duraderos en las articulaciones, especialmente si es recurrente, y puede convertirse en una forma crónica de artritis. Por esta razón, es importante cuidar bien el cuerpo mientras se recupera.