La parálisis del tercer nervio, también conocida como parálisis del tercer nervio o del nervio motor ocular común, es un tipo de parálisis que afecta las funciones del ojo. Se llama así porque afecta al tercero de los 12 nervios craneales. Esta parálisis nerviosa en particular puede ser parcial o completa.
El tercer par craneal es responsable del ojo y sus cuatro músculos y controla el párpado, la capacidad de enfoque y la constricción de la pupila. La parálisis del tercer nervio puede afectar cualquiera de las funciones del ojo, pero no siempre es crónica o permanente. Una parálisis parcial puede causar párpados caídos o un ojo errante, conocido como ojo vago. La parálisis completa puede causar síntomas más graves y el párpado puede estar completamente cerrado o el ojo no puede moverse en absoluto.
La parálisis del tercer nervio generalmente es causada por daño al nervio motor ocular común. Los tumores cerebrales, el traumatismo craneoencefálico severo, la infección cerebral, la encefalitis y un aneurisma pueden ser causas posibles de estos tipos de parálisis nerviosa. Estas condiciones se conocen como parálisis oculomotora adquirida. En algunos casos, la parálisis está presente al nacer y no siempre se tiene una comprensión clara de las causas de la parálisis nerviosa.
Los síntomas de la parálisis nerviosa de esta afección variarán según la gravedad de la parálisis, la causa y la edad de la persona. Los síntomas más comunes incluyen visión doble porque los ojos no están alineados, una pupila agrandada que no reacciona a la luz y un párpado caído.
Algunos científicos creen que los niños que nacen con este tipo de parálisis han heredado una tendencia familiar en un gen recesivo de uno de los padres. Los estudios también han sugerido que la aplasia o un caso de desarrollo incompleto del nervio motor ocular común pueden ser dos posibles explicaciones. Sin embargo, la mayoría de los casos de parálisis oculomotora en recién nacidos suelen ser causados por traumatismos sufridos durante el parto.
Los casos adquiridos de parálisis del tercer nervio pueden tener muchas causas diferentes. Las afecciones vasculares, como las enfermedades cardíacas y la diabetes, pueden provocar daños en los nervios. Además, pueden ser causas enfermedades que provocan lesiones o tumores en el cerebro, como la esclerosis múltiple y la trombosis de los senos nasales. En algunos casos, la neurocirugía realizada cerca del nervio puede provocar daños si el tejido cicatricial reemplaza al tejido sano en el área. Los trastornos autoinmunitarios, como el síndrome de Sjogren y la miastenia gravis, también pueden causar una parálisis gradual del nervio motor ocular común.
Hay varios aspectos involucrados en el tratamiento de la parálisis del tercer nervio. Un equipo de varios médicos de diferentes especialidades deberá trabajar en conjunto para tratar los síntomas y las causas subyacentes. El propio nervio debe ser reparado naturalmente por el cuerpo. La visión doble se puede tratar cubriéndose un ojo y se pueden usar anteojos especiales para volver a entrenar los músculos del ojo para tratar el ojo vago. La cirugía se puede utilizar para levantar el párpado en casos graves.